lunes, 9 de julio de 2012

Elías Canetti se queda abajo de la Feria del Libro de Guadalajara [por Andrés Olave]

7/09/2012 02:39:00 p. m.



Elías Canetti se queda abajo de la Feria del Libro de Guadalajara.


¿Están enamorados del arte que llevan dentro
o están enamorados de ustedes mismos en el arte?
STANISLAVSKI


Los últimos días hemos sido testigos de la encarnizada protesta de buena parte de lo escritores y editores nacionales, por un seudo canon que una o dos personas estipularon, allá en las alturas, para conformar la lista de escritores que deberán asistir este año como invitados a la Feria del Libro de Guadalajara (FIL). 

Por supuesto, este hecho trajo ira, peleas, discusiones e insultos varios.   Más que sumarme al conflicto, quiero mencionar cierta nota al margen, una perspectiva parecida a lo que hacen los cristianos cuando se preguntan “what would Jesus do?”, y que para nuestro gremio debería trasladarse a: ¿qué hubiera dicho Elías Canetti?

Leyendo sus apuntes, encontré la siguiente cita: “hablar con los otros conduce a las más siniestras amarguras.  Violados por las innumerables palabras con que los asaltamos, van perdiendo paulatinamente su existencia como seres independientes.  Una forma de homicidio lento, una de las cosas más terrible que puede ocurrir entre los hombres.  Es como si le apretásemos el gaznate a alguien, pero hicieran falta años para que su actividad respiratoria cesara del todo.  Podemos ser más inocentes escribiendo.”

A lo que voy es que probablemente el ambiente literario nacional por una buena temporada se verá enrarecido a raíz de esta polémica de la FIL.  Ellos, no sólo jode la vida de todos los que se sintieron fuera, sino también modifica nuestra perspectiva general de lo que debe o no debe tener a su disposición un artista, en este caso, un viaje con todos los gastos pagados al dorado México.

No me parece que una instancia de difusión, a saber la FIL, deba opacar o superponerse a la preocupación esencial del autor por su obra.  Esto, que a primera vista parece lógico, tiene un oscuro correlativo en la realidad, donde es la propia atención (y concentración) de los artistas nacionales la que está secuestrada a raíz de la feria y su polémica.  Ciertamente hay una tremenda injusticia y una lucha pendiente y bajo tales circunstancias ¿quien puede sentarse a escribir de forma tranquila?

En ese sentido, me parece que un autor, cualquier autor, debería en algún momento de su vida plantearse la cuestión seriamente: ¿se vive para el arte, o para disfrutar las dadivas del arte?  Por qué si es lo segundo, creo que muchos se han equivocado de carrera, han hecho una elección equivocada.  El arte, por regla general, exige mucho más de lo que da, y a veces, no da nada a cambio de todo.  

Las palabras, los discursos, las proclamas sobre la FIL durante las próximas semanas inundaran nuestro cotidiano vivir.  ¿Cómo no confundirse entonces?  ¿Cómo no llegar a creer que este 2012 lo más importante, menos que escribir, es ir a Guadalajara a comer tacos, beber tequila, conversar con los pares y tener una que otra aventura?

El problema está instalado.   La lucha se hará, sin importar lo que uno piense.   Acaso, no queda otra que echarle una mirada a las palabras de Jim Dodge: “quédense en casa y trabajen”, apagar el internet y esperar que las aguas se calmen y vuelva a reinar en la Literatura Chilena la paz, o algo parecido a la paz, su remedo o imitación.

Andrés Olave



  

   

sábado, 7 de julio de 2012

NICANOR PARRA Y LA POESÍA COLOQUIAL [por LAURA BROITMAN]

7/07/2012 05:38:00 p. m.




 NICANOR PARRA Y LA POESÍA COLOQUIAL
                 

                     Nicanor Parra (Chile, 1914) acaba de recibir el premio Cervantes en la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid).
              Es el creador de la "anti poesía" (Poemas y antipoemas, 1960) y esto significa una elección lingüística, una toma de partido que tiene que ver, sobre todo  con la coloquialidad. Parra tiene una forma de tratar el lenguaje de una manera sencilla, lo que no significa simplista, sino exenta de la parafernalia tradicional, metafórica. En su poesía se nota una intención literaria que se refiere mas a la manera de decir, que a la expresividad o la estilización.
 En toda su obra, Parra se juega por un lenguaje que  deja de lado las connotaciones propias del lenguaje poético cargado de significado y opta por una coloquialidad simple y directa.
   La comunicación se establece, entonces, de esa manera directa, sin los adornos lingüísticos, sin los estilismos tradicionalmente adjudicados a este tipo de lenguaje, transmitiendo, de esta manera, una elección literaria. Cual es esta elección? la del lenguaje, la del lenguaje poético que , descarnado, logra esa identificación, esa mirada irónica que llega, a veces, hasta el humor, como forma transgresora, contestataria, de la poesía.
     No es que Parra en su poesía no utilice todos los recursos del lenguaje poético, de hecho usa la metáfora, la laterización a través del lenguaje, etc., etc., no estamos hablando de una poesía ingenua, sino de una erudición que se manifiesta a través de esas opciones literarias que transforman esa imaginería en necesaria e imprescindible.
  La mezcla de poetizar lo cotidiano y cotidianizar lo poético, resulta en una manera familiar e identificatoria de hacer poesía.
 
  Como ejemplo van dos pequeños poemas tomados al azar. Son muchísimos y en todos ellos la coloquialidad, la transgresión y la ironía forman un todo característico de su poesía, que dan muestra irrefutable del merecimiento del premio (los premios) adjudicado.

                           LA MONTANA RUSA

            Durante medio siglo
            La poesía fue
            El paraíso del tonto solemne
            Hasta que vine yo
            Y me instale con mi montana rusa


           Suban, si les parece
           Claro que yo no respondo si bajan
           Echando sangre por boca y narices.

                                                    (De "Versos de salón", 1962)




                                         OJO CON EL EVANGELIO DE HOY

            Ojo con el evangelio de hoy
               El que habla no sabe
           El sabio chino se mantiene en silencio
           Mas de 3 sacudidas es pagina
           2 paralelas que se cortan siempre
           Constituyen matrimonio perfecto
           Rio que fluye contra su propia corriente
           no llegara jamás a feliz termino
           todo está permitido
           libertad absoluta de movimiento
           claro que sin salirse de la jaula
           2 + 2 no son 4
                               Fueron 4:
          Hoy no se sabe nada al respecto.

                                                                      (“Hojas de parra" 1985)

            Tanto en prosa como en poesía el uso de la metáfora se ha extendido, y, si bien, en la prosa es usada para clarificar conceptos, o sintetizar los elementos de la imaginación, es en poesía donde alcanza su mayor significado.
  Pero, que es lo que hace que algunas imágenes literarias sean vulgares, pretensiosas, aunque puedan de alguna manera, apelar al ingenio?
  Hay metáforas ricas que provocan  nuevas experiencias, que hacen referencia a hechos compartibles, globales. Pero la apelación a propiedades o características concretas acotan la metáfora haciéndola más pobre, porque no dan tanto juego a la imaginación  y a las posibilidades de relacionarse con otras cosas.
 Cuanto menos rica sea una metáfora, cuanto más limitada por las convenciones lingüísticas este , cuanto menos constituya una desviación de esas normas lingüísticas, menos interpretaciones generara, teniendo una sola como la más acertada, transformándola, entonces, en lugar común(aunque este lugar común pertenezca a una reducida comunidad cultural)
  Cuanto más una imagen sea critica y persona, mas fermental será y no se atara a un solo significado.
  Sobre todo , la metáfora tiene como función el placer estético. En la medida de que el placer que proporcione una imagen deje de estar en el terreno de la estética, cuanto más el placer que proporcione tenga su referencia en hechos extra estéticos, es decir, cuanto más la sonrisa cómplice que provoca remita a lo compartible por una comunidad en un nivel convencional, pecando de pretensioso o coyuntural, más alejado del placer que lo poético pueda proporcionar como hecho estético. Esto no quiere decir que el hecho estético de aleje de la "verdad" en cualquier terreno que esta se dirima. La verdad estética no hace concesiones a la pretensión, al snobismo o a lo políticamente correcto.
  La noción central es   la del significado que le da a la imagen el hablante, el significado que le da a las expresiones metafóricas utilizadas, que pueden coincidir o no con el significado convencional.
 En ese sentido de necesario y estéticamente placentero es que Parra utiliza la metáfora o la imagen poética en general. Ese es el punto de ruptura de la poesía coloquial de Parra.
 Ese es el por qué  de que esta poesía, utilizando los recursos que el lenguaje poético tiene a su disposición, se diferencia del resto.
  No es el único, afortunadamente, pero vale la pena saber distinguir entre conceptos, recursos, opciones estéticas, aparentemente similares pero cuya realización, cuya puesta en acto, marca las diferencias.

                                                                                  LAURA BROITMAN
                                                                                                    

                        

                                           

                        
            

jueves, 5 de julio de 2012

Formas de volver a casa, de Alejandro Zambra [por Andrés Olave]

7/05/2012 05:58:00 p. m.


Formas de volver a casa, de Alejandro Zambra.


La narrativa Zambreana ya todos la conocemos: hay una pérdida y un personaje dándole vueltas a la pérdida.  En este caso, es una amiga de la infancia (en La vida privada de los árboles era una novia, en Bonsai, otra novia). Ahora, por largas páginas Zambra nos habla de una chica que perdió de vista cuando era niño, y como para poner algo más, nos habla de la familia de esa chica.  La pérdida, por supuesto, ocurre porque la chica se cambia de casa (algo sumamente traumático), y el protagonista sufre porque la echa de menos y porque no es muy bueno para conocer nuevas chicas.   Moraleja: hay que tratar de hacer nuevos amigos, aunque cueste.   Punto.

Sin embargo, en Formas de Volver a Casa hay una subtrama harto más interesante, una pregunta que Zambra nunca menciona pero a la que incesantemente le busca una respuesta, a saber: ¿quién chucha son mis lectores?   Zambra no para de darle vueltas al asunto durante buena parte del libro, un misterio al cual no logra encontrar solución.   Si es un escritor, un escritor reconocido y que supuestamente alguien lee, entonces ¿quién es ese alguien?

 Hay una escena donde va a la clínica y el doctor se declara ferviente admirador.  “No he leído los libros porque no tengo tiempo, pero los he comprado”.   Algo es algo parece pensar Zambra.   Va a la casa de sus padres, quienes tienen sus libros, pero tampoco se los comentan.  Están más interesados en hablar de Alejandra Costamagna, autora que Zambra desprecia, pero que a la vez secretamente envidia (ella ha atrapado al lector que hay oculto dentro de sus padres, cosa que él no ha podido).   En otra ocasión le pide a una de sus novias que lea un manuscrito, pero esta no le hace mucho caso.  Por esto, Zambra sufre.

Hay más escenas de esta índole: una mujer en el avión que no lo conoce (otra puñalada al ego),  una conversación con otro escritor que es interrumpida por los pelotazos de unos niños que juegan cerca (más humillaciones), una mujer que lo recibe en su casa y lo trata de imbecil, etc, etc. 

El masoquismo a estas alturas es evidente.  Zambra se regodea en él.  A la vez que nos habla que tiene dinero, que trabaja poco o nada, que vive en La Reina, parece tener que pagar dichos privilegios con el hecho de sentirse un completo desconocido, un escritor de éxito casi inexplicable.  Esa turbación que sufre el autor es la que el libro trasmite continuamente y no la historia de la seudo familia de exiliados.  O como el propio Zambra dice:

Y el dolor era un libro interminable
Que alguna vez hojeamos por si acaso
Salían nuestros nombres al final

El problema, claro, está en que el libro pese a su brevedad se hace interminable.  Zambra y su dolor salen durante todas las paginas, una especie de pareja inquebrantable, un dolor que se profundiza a cada momento, dolor espiritual que posiblemente tendría una correcta solución si el protagonista bajara alguna vez de su limbo y recibiera un poco de dolor físico. 

Andrés Olave

jueves, 14 de junio de 2012

PRÓXIMO LANZAMIENTO CUARTO PROPIO‏: Voces de la Memoria. Centenario en el Bicentenario

6/14/2012 12:48:00 p. m.
voces_de_la_memoria.jpg

Compilación reúne la memoria popular en Centenario
 del Partido Comunista

-Editorial Cuarto Propio presenta Voces de la Memoria. Centenario en el Bicentenario, compilación realizada por Isabel Gómez y Ángel Pizarro, que reúne la obra de destacados autores hispanoamericanos sobre las figuras y los episodios de la gesta popular durante el Siglo XX.
-El libro será lanzado el sábado 23 de junio a las 11 horas en el Hemiciclo del ex Congreso Nacional (Compañía 1175, Santiago) y contará con la presentación del actual presidente del Partido Comunista de Chile, Guillermo Teillier y una lectura a cargo de los poetas Ángela Barraza, Carmen Berenguer, Eugenia Brito, Bernardo González, Patricio Manns, Marcia Mogro, Fernando Quilodrán y Jaime Valdivieso.  

Marx decía: “Los filósofos se han limitado a interpretar el mundo de distintos modos, sin embargo, de lo que se trata es de transformarlo”. Pensar el mundo a través del arte es pensar un mundo más humano, más justo, más solidario, porque es mediante el arte desde donde expresamos nuestro ser interior y se crean las condiciones para el desarrollo de la creatividad y la expresión de nuestros pueblos.
Esa es la premisa del Colectivo de Escritores Luis Enrique Délano y de dos de sus autores, Ángel Pizarro e Isabel Gómez, quienes se lanzaron a la tarea de compilar la obra de poetas y narradores hispanoamericanos, para rendir un homenaje al Partido Comunista de Chile en su centenario.
El volumen titulado Voces de la Memoria. Centenario en el Bicentenario (Editorial Cuarto Propio) reúne en 400 páginas, parte de la obra de destacados escritores nacionales, desde Pablo de Rokha, Vicente Huidobro, Pablo Neruda, Gabriela Mistral, Isidora Aguirre, Violeta y Nicanor Parra, hasta autores más contemporáneos como Óscar Hahn, Pedro Lemebel, Eugenia Brito, Patricio Manns, Pablo Paredes, Malú Urriola y el cantante Manuel García. Y de autores de otras latitudes como Marcos Ana (España), Ernesto Cardenal (Nicaragua), Thiago de Mello (Brasil) y el trovador Silvio Rodríguez (Cuba).
“Queremos mostrar el aporte de los escritores en el perfilamiento de la cultura nacional y de la identidad a través de la cultura popular. Nuestra recopilación no pretende ser exhaustiva, sino una mirada parcial del tremendo aporte de los escritores como fieles traductores de la gesta popular y de sus episodios a través de la historia”, explica el colectivo.
Figuras como Lenin y Luis Emilio Recabarren y episodios como la Matanza de Santa María de Iquique, las condiciones del proletariado, la tristeza de la Araucanía, la injusticias sociales, el martirio durante la dictadura de Augusto Pinochet y la lucha diaria en un país a veces desesperanzado, son realidades testificadas por las particulares voces de los escritores.
“Es innegable que los escritores, a través de la historia, han hecho de la escritura un espacio irrenunciable a la libertad, a la lucha por construir mundos más perfectibles, más dignos y más habitables, es así como celebramos el apoyo, desde todos los sectores, que tuvo nuestra convocatoria a participar y formar parte de este nuevo proyecto escritural, en donde queremos dejar plasmado nuestros ideales de vida, nuestro imaginario social y nuestra conciencia política de estos cien años del Partido Comunista de Chile”, concluyen los compiladores.
El libro será lanzado el sábado 23 de junio a las 11 horas en el Hemiciclo (Cámara de Diputados) del ex Congreso Nacional (Compañía 1175, Santiago). La presentación estará a cargo de Isabel Gómez y Ángel Pizarro y el actual presidente del Partido Comunista de Chile, Guillermo Teillier. Además habrá una lectura a cargo de los poetas Ángela Barraza, Carmen Berenguer, Eugenia Brito, Bernardo González, Patricio Manns, Marcia Mogro, Fernando Quilodrán y Jaime Valdivieso

viernes, 8 de junio de 2012

Apuntes sobre la independencia editorial [por Felipe Moncada Mijic]

6/08/2012 09:10:00 a. m.
1339160872382-4185129_080703thursdaylibros.jpg

Apuntes sobre la independencia editorial

Felipe Moncada Mijic


El concepto de ediciones independientes nace en la década de los noventa, como reacción a fenómenos mundiales del capitalismo tardío, como lo son la absorción de editoriales nacionales por grandes consorcios y su transformación en función de los lineamientos del mercado, estos síntomas ocurren a nivel internacional, los que ya han sido largamente comentados en algunos encuentros a nivel latinoamericano[i]. Entonces el concepto nace desde editoriales establecidas, que se resisten a la absorción por parte del mercado, tratando de mantener los propósitos originales del libro: ser un agente cultural, transmitir ideas, mostrar y hacer circular la diversidad cultural de los pueblos, estimular la imaginación, fomentar la reflexión, entre otros propósitos del ámbito de la cultura.
Por otra parte, quizás producto de la masificación de las tecnologías, ha ocurrido que grupos de personas, colectivos de arte, escritores, etc., se han dado cuenta que pueden hacerse cargo de la producción material de libros y han emprendido un catálogo propio, muchas veces partiendo desde sus preferencias afectivas o la singularidad territorial en que se desarrollan. La pregunta que surge entonces con esas micro-políticas orientadas a la edición de libros es: ¿el hecho de producir libros a pequeña escala, es suficiente para considerarse una editorial independiente?
Pensemos por contraste, ¿de qué puede depender una editorial? En general sucede que ciertas “empresas culturales”, llámese universidad, institución financiada por el estado, partido político, fundación privada, deciden comenzar a publicar textos como una manera de difundir la obra de autores de su interés, o legitimarse como institución desde de un discurso que le permita la expansión de sus redes sociales e intelectuales, así como su campo de influencia. En esos casos, es evidente que el criterio de la editorial estará bajo las restricciones de la institución, por muy democráticos que se planteen sus fundamentos, siempre tendrán que coincidir con los propósitos del directorio.
Veamos ahora el caso de otro grupo excluido en el concepto de editoriales independientes. Me refiero a aquellas editoriales que optan por seguir todos los procedimientos del mercado para la difusión y comercialización de sus obras, aunque en este caso sería más adecuado hablar de productos. El esquema a seguir sería: estar legalizados como sociedad comercial, tributar a impuestos internos, inscribir las obras en el registro de propiedad intelectual,  distribuir en librerías, establecer contratos legales con los autores, publicitar sus producciones, hacer circular comentarios favorables y cuadrar la caja una vez finalizado el proceso. En este caso la dependencia directa es al mercado, entendido como un circuito donde se inserta el libro y compite en el lenguaje de las ventas y la publicidad, de manera que obtenga logros de posicionamiento o beneficio material. El paradigma de ese tipo de editor es el hallazgo de un best seller que funcione como mina de diamantes, eso va a determinar su criterio sobre las publicaciones y el tipo de distribución que se realice, por eso la piratería será su peor pesadilla una vez logrado el éxito.
¿Qué significaría ser independiente al mercado? Esa es quizás una pregunta clave, pues muchas micro-editoriales funcionan con una lógica similar a la descrita, pero a una escala menor, es decir, crean, o aspiran a crear su propio circuito comercial, o aspiran a competir en un plano material, reforzando a otra escala la lógica mercantilista de la industria cultural.
Las herramientas nuevas, también han abierto la posibilidad de producir a mediana escala libros a pedido: la antología de un centro cultural, la historia de una institución, el libro final de un proyecto con financiamiento estatal, la autoedición de un escritor aficionado, una colección de relatos de un taller literario, etc. En ese caso no interesa la cualidad de la publicación: ni su contenido, ni la forma en que está escrita, ni el destino que tenga, pues el supuesto editor ha asumido el rol de fabricante de libros, una especie de mercenario de la producción, cuyo norte es el lucro, algunas veces justificado en sostener la edición de textos que realmente den cuenta de creación original o de un relevante aporte cultural: la utilización del lenguaje de las buenas intenciones, comprado en el mercado de lo políticamente correcto.
Ser independientes sería entonces -entre otras cosas- practicar conductas ajenas al mercado en cada una de las etapas de la edición del libro, estas se podrían dividir tentativamente en: criterio editorial, diseño editorial, producción, distribución, difusión, crítica. Sobretodo volver al sentido original del libro, ser un portador de ideas y como retribución esperar la interacción de esas ideas con el medio, suponiendo que existe una capacidad de reflexión, síntesis y respuesta. Y en caso que no exista, colaborar en la creación de mecanismos y soportes para que suceda.
Por otra parte está el rol territorial que pueda tener una editorial, como garante de la diversidad. Así es como muchas editoriales alejadas del centro político y económico, han optado por escalas de producción artesanal, pasando por el lado de los marcos legales del libro, para publicar autores que de otra manera serían marginados de una posible circulación, un “silenciamiento de voces”, que claramente atenta contra ese ecosistema de ideas llamado diversidad. Poéticas que no interesan a un discurso centralista: historias locales, narrativas que dan cuenta de sensibilidades ajenas al ruido del neoliberalismo, cosmovisiones alejadas de la industria cultural, en fin, ideas que no pasan por el filtro de la cultura masiva y que finalmente son las que reflejan el estado de salud de una sociedad. Parece que el ruido ha sabido imponer su política de indiferencia y los ideales neoliberales han penetrado hasta estratos profundos del pensamiento y no solamente en los “consumidores”, sino también en los propios actores culturales. Me ha tocado observar, por ejemplo, en encuentros de medios independientes o ferias editoriales, un clima de falta de interés hacia lo ajeno, de hablar mientras el otro habla, una especie de institucionalización de la sordera y la indiferencia, como si la amputación de la curiosidad se confundiera con un mal entendido escepticismo, y validara mediante ese gesto, una supuesta calidad de lo propio. En ello se puede apreciar como han hecho bien las cosas quienes quieren ver al mundo de la cultura fragmentado, batiéndose a duelo por los pocos recursos que otorga el estado,  fabricando autores para el mercado, o intentando liderazgos a imagen y semejanza del mundo empresarial. No me refiero aquí a que las editoriales que optan por una lógica empresarial no debieran existir, pero si al menos, creo que no debieran utilizar un supuesto discurso de independencia para ocupar sitios “alternativos”, ya que banaliza los esfuerzos y facilita la absorción por parte del mercado, vía moda, de las actitudes naturales de resistencia que nacen en una sociedad.
Acciones concretas Vs el rol del estado
En ese panorama la idea de autogestión toma fuerza, contra lo que Lucy Oporto llama la mezquindad organizada, es contra ese silenciamiento de voces, que puede parecer tan inocente como un olvido, que es necesario reaccionar ante la lógica de industria cultural, observar sus aspavientos con lejanía, crear instancias de diálogo, compartir experiencias, difundir conclusiones, fortalecer la autogestión y las redes de colaboración. Como se trata de un fenómeno mundial, se han hecho ya varios encuentros internacionales para analizar y comparar micro-políticas editoriales, Gijón (España, 2000), o EDITA (Encuentro Internacional de Editores Independientes) que ya lleva 22 versiones. Así es como en octubre de este año vamos a tener la posibilidad de conocer el estado de las ediciones independientes en Argentina, Perú, Bolivia, Venezuela y Chile, en un Encuentro Latinoamericano de Editoriales Independientes a realizarse en Valparaíso y organizado por la poeta y gestora cultural Gladys González. Es de esperar que sea una oportunidad de compartir y debatir en profundidad las micro-políticas de cada editorial, con el propósito de crear lazos y estrategias comunes en función de democratizar cada vez más el libro. Si bien se trata de un proyecto financiado por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA), es necesario decir que se debe a la habilidad de la gestión, y no a un interés nacido desde el estado, como se expondrá más adelante.
De lo que ocurre en Santiago, debieran citarse eventos como la Furia del Libro y la Feria Anarquista del Libro, como importantes referentes, que de sobrevivir y multiplicarse, acercan a las personas a ideas que no pasan por el control y filtro del mercado.
¿Cómo actúa el estado ante esta nueva realidad de las editoriales independientes?,  como es lógico, y más aún para un gobierno de derecha, el estado actúa como administrador de fondos, y desde esa perspectiva su principal preocupación es que esos fondos circulen por sus venas, es decir, promueven la formación de empresas culturales que a su vez tributen a Impuestos Internos, de manera que el dinero “invertido” en cultura regrese a sus bolsillos. Es significativo, por ejemplo, de las políticas actuales del Gobierno de Chile, que en una cláusula para las Becas de Creación Literaria (2011), soliciten la carta de una editorial legalmente constituida, firmando un acuerdo de edición para la obra (aún no determinada). Es curioso entonces, como el estado delega a las editoriales constituidas, el criterio que debiera pertenecer a la crítica especializada o a los evaluadores de los fondos, aislando de paso a las editoriales sin existencia legal, que son las que manifiestan las verdaderas inquietudes territoriales, como expresión natural de la diversidad. En las bases para ediciones de libros del CNCA, las invitaciones a la Feria del Libro de Guadalajara y los Fondos de Medios Regionales, también se solicita la constitución legal de los participantes, su inicio de actividades en el SII, como si el fantasma de la evasión de los impuestos fuera la única preocupación del estado, motivando el concepto de industria, para que nada quede sin la supervisión económica, que a su vez conlleva un filtro de contenidos. En resumen, en vez de reconocer las micro-editoriales como una realidad y fomentarlas, ya que dan cuenta de contextos que enriquecen el espectro cultural con manifestaciones de identidades locales, el estado condiciona su ayuda a que las micro-editoriales se transformen en organismos contribuyentes, aún cuando el lucro no sea el propósito de esas organizaciones.
Para finalizar, me gustaría reforzar la idea de que la voluntad editorial, llevada a cabo mediante la autogestión y la organización territorial, es un fuerte impulso vital, que aprovechando inteligentemente las vinculaciones con instituciones o entre las mismas editoriales independientes, pueden democratizar cada vez más el acceso al libro, con todo lo que ello conlleva finalmente: vivir en una sociedad más habitable, en que los temas de discusión y conversación no vengan impuestos desde los medios masivos, sino desde el corazón mismo del pueblo, aunque esa palabra cause conflicto, el conflicto siempre será mejor que la sordera o la curiosidad amputada.


[i] A medida que las industrias culturales adquieren una gran importancia económica, se genera una tensión inevitable entre los objetivos esencialmente culturales y la lógica del mercado, entre los intereses comerciales y el deseo de un contenido que refleje diversidad. Fragmento del informe de la UNESCO  Nuestra Diversidad Creativa, citado por Pablo Harari en el Primer Encuentro Latinoamericano de editoriales independientes, Guijón, España, 2000.


Felipe Moncada Mijic, Quellón (Chiloé), 1973.
Fundador y director de la revista de creación literaria La Piedra de la Locura.
Actualmente dirige Ediciones Inubicalistas y reside en Valparaíso.

En 1990 obtiene el Primer lugar, género poesía, en certamen regional SECH, Talca.
Recibe menciones honrosas en los concursos;
Colección Cuadernos de Literatura de Aconcagüa, San Felipe (2002),
70 Aniversario de las Juventudes Comunistas (2002),
Concurso Nacional Stella Corvalán, Talca (2004 y 2006),
Dolores Pincheira Oyarzún, SECH Concepción (2004),
1ª mención Eduardo Anguita, Linares (2012).

En los años 2007 y 2011 recibe la beca de creación literaria para escritores profesionales del Consejo Nacional del Libro y la Lectura.

Ha publicado los libros de poesía;
Irreal (2003) ediciones El Brazo de Cervantes, Santiago.
Carta de Navegación (2006) imprenta Almendral, San Felipe.
Río Babel (2007) ediciones Casa de Barro, San Felipe.
Músico de la Corte (2008) ediciones Fuga, Valparaíso.
Salones (2009) Manual Ediciones, Rancagua.

Ha sido publicado en las antologías;
Concurso Nacional 70 años de las Juventudes Comunistas (2002),
Poesía Nueva de San Felipe de Aconcagua (2003),
30 Poetas Jóvenes (2003) ediciones U. de Playa Ancha,
El Mapa no es el Territorio-Antología de la Joven Poesía de Valparaíso (2007)



fono: 90 40 59 59