NICANOR PARRA Y LA POESÍA COLOQUIAL
Nicanor Parra
(Chile, 1914) acaba de recibir el premio Cervantes en la Universidad de Alcalá
de Henares (Madrid).
Es el creador de la "anti
poesía" (Poemas y antipoemas, 1960) y esto significa una elección
lingüística, una toma de partido que tiene que ver, sobre todo con la coloquialidad. Parra tiene una forma
de tratar el lenguaje de una manera sencilla, lo que no significa simplista,
sino exenta de la parafernalia tradicional, metafórica. En su poesía se nota
una intención literaria que se refiere mas a la manera de decir, que a la
expresividad o la estilización.
En toda su obra, Parra se juega por un
lenguaje que deja de lado las
connotaciones propias del lenguaje poético cargado de significado y opta por
una coloquialidad simple y directa.
La comunicación se establece, entonces, de
esa manera directa, sin los adornos lingüísticos, sin los estilismos
tradicionalmente adjudicados a este tipo de lenguaje, transmitiendo, de esta
manera, una elección literaria. Cual es esta elección? la del lenguaje, la del
lenguaje poético que , descarnado, logra esa identificación, esa mirada irónica
que llega, a veces, hasta el humor, como forma transgresora, contestataria, de
la poesía.
No es que Parra en su poesía no utilice
todos los recursos del lenguaje poético, de hecho usa la metáfora, la laterización
a través del lenguaje, etc., etc., no estamos hablando de una poesía ingenua,
sino de una erudición que se manifiesta a través de esas opciones literarias
que transforman esa imaginería en necesaria e imprescindible.
La mezcla de poetizar lo cotidiano y
cotidianizar lo poético, resulta en una manera familiar e identificatoria de
hacer poesía.
Como ejemplo van dos pequeños poemas tomados
al azar. Son muchísimos y en todos ellos la coloquialidad, la transgresión y la
ironía forman un todo característico de su poesía, que dan muestra irrefutable
del merecimiento del premio (los premios) adjudicado.
LA MONTANA RUSA
Durante medio siglo
La poesía fue
El paraíso del tonto solemne
Hasta que vine yo
Y me instale con mi montana rusa
Suban, si les parece
Claro que yo no respondo si bajan
Echando sangre por boca y narices.
(De "Versos de salón", 1962)
OJO
CON EL EVANGELIO DE HOY
Ojo con el evangelio de hoy
El que habla no sabe
El sabio chino se mantiene en
silencio
Mas de 3 sacudidas es pagina
2 paralelas que se cortan siempre
Constituyen matrimonio perfecto
Rio que fluye contra su propia
corriente
no llegara jamás a feliz termino
todo está permitido
libertad absoluta de movimiento
claro que sin salirse de la jaula
2 + 2 no son 4
Fueron 4:
Hoy no se sabe nada al respecto.
(“Hojas de parra" 1985)
Tanto en prosa como en poesía el
uso de la metáfora se ha extendido, y, si bien, en la prosa es usada para
clarificar conceptos, o sintetizar los elementos de la imaginación, es en
poesía donde alcanza su mayor significado.
Pero, que es lo que hace que algunas imágenes
literarias sean vulgares, pretensiosas, aunque puedan de alguna manera, apelar
al ingenio?
Hay metáforas ricas que provocan nuevas experiencias, que hacen referencia a
hechos compartibles, globales. Pero la apelación a propiedades o características
concretas acotan la metáfora haciéndola más pobre, porque no dan tanto juego a
la imaginación y a las posibilidades de
relacionarse con otras cosas.
Cuanto menos rica sea una metáfora, cuanto más
limitada por las convenciones lingüísticas este , cuanto menos constituya una
desviación de esas normas lingüísticas, menos interpretaciones generara,
teniendo una sola como la más acertada, transformándola, entonces, en lugar
común(aunque este lugar común pertenezca a una reducida comunidad cultural)
Cuanto más
una imagen sea critica y persona, mas fermental será y no se atara a un solo
significado.
Sobre todo , la metáfora tiene como función
el placer estético. En la medida de que el placer que proporcione una imagen
deje de estar en el terreno de la estética, cuanto más el placer que
proporcione tenga su referencia en hechos extra estéticos, es decir, cuanto más
la sonrisa cómplice que provoca remita a lo compartible por una comunidad en un
nivel convencional, pecando de pretensioso o coyuntural, más alejado del placer
que lo poético pueda proporcionar como hecho estético. Esto no quiere decir que
el hecho estético de aleje de la "verdad" en cualquier terreno que
esta se dirima. La verdad estética no hace concesiones a la pretensión, al
snobismo o a lo políticamente correcto.
La noción central es la del significado que le da a la imagen el
hablante, el significado que le da a las expresiones metafóricas utilizadas,
que pueden coincidir o no con el significado convencional.
En ese sentido de necesario y estéticamente
placentero es que Parra utiliza la metáfora o la imagen poética en general. Ese
es el punto de ruptura de la poesía coloquial de Parra.
Ese es el por qué de que esta poesía, utilizando los recursos
que el lenguaje poético tiene a su disposición, se diferencia del resto.
No es el único, afortunadamente, pero vale la
pena saber distinguir entre conceptos, recursos, opciones estéticas,
aparentemente similares pero cuya realización, cuya puesta en acto, marca las
diferencias.
LAURA BROITMAN
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