jueves, 29 de julio de 2010

Ojo al ojo de Millán [por Rolando Gabrielli]

7/29/2010 02:35:00 p. m.


rolando gabrielli



Ojo al ojo,
de Millán,
donde pone la palabra,
está el poema.
Rolando Gabrielli©2010

Me gusta volver a los poemas de Gonzalo Millàn, como un viejo soldado del Ejèrcito de Salvaciòn, fanàtico, ciego y detenido al mismo tiempo en una esquina cualquiera del tiempo y la vida, sin que nadie me atienda, ni escuche. A buscar un beneficio anònimo, sin otro intermediario que el esfuerzo personal. Soldadito de trinchera, sin ninguna posibilidad de grandes ni pequeños titulares, neones de la oscuridad, mis coetàneos aplauden frente al mar y la cordillera hace eco. Otros suscriben la antologìa de la Patria. O el gran premio de la posteridad floral de los juegos y la primavera eterna.

La palabra en el desierto es un grano de sal y arena. Norte y Sur, Millàn el màs precoz de todos, sin duda artesano, dedicado, laborioso, moroso y voluptuoso seductor de la palabra, con su esmeril encantado. Recuerdo aquellos paisajes de su propio oficio sobre una amplia mesa, rodeado de diccionarios, autores, escribiendo a mano sobre la hoja en blanca, a veces tan estìtica. Su antigua casa en las faldas del Cerro San Cristòbal, en las proximidades de La Chascona nerudiana o en Tobalaba, Ricardo Lyon, donde Santiago le remara el cuerpo, sus muebles, biblioteca y mujer. El poeta no depende de sì mismo, ni su escritura de una sola palabra.

Es un ejercicio solitario, empujado por viejas memoriosas lecturas y los recuerdos, imàgenes, obsesiones compartidas, circunstancias, una època irrescatable. La primavera y los veranos como telòn de fondo de un conjunto de olores que se traducen en una manera de estar, sentir, pasar, ser, respirar.

En Limbo City uno tiene el tiempo para el juego del pasado, dejar que la hoja liviana tome altura y no se haga necesario registrar si las nubes acosaron con sus retazos blancos el cielo azul invicto de la mañana.

La poesìa de Gonzalo Millàn es como la yema de sus dedos, tàctil y visual, recurrìa a observar lo inesperado y creo le gustaba tocar la madera de sus versos que ponìa en 9 versiones hasta dar con la última que es la definitiva. Jugaba con la miniatura de la palabra y los objetos que construìa con cajas y palos de fòsforos. Levantaba un universo a la medida del asombro y cotidianidad, al uso de los materiales visuales, manuales y siempre se remitìa a la palabra. Los poetas objetivistas estàn en sus sentidos y textos,
Relaciòn Personal interpreta, recrea y rehace los primeros pasos del amor y la adolescencia, la pareja que dibuja y desdibuja en sì misma, su ventura iniciàtica. En el orden de los dìas y la poesìa, un primer libro, que se convierte para el lector màs exigente en un fruto maduro: el poeta ya habìa plantado la semilla en la tierra.

Miro y me miro en las dos ediciones de Relaciòn Personal, la original, pequeña como una persiana verde que esconde a dos còmplices. Contraportada verde, el jardìn del amor, donde se gana y pierde, la rosa y la espina. Esta ediciòn data de 1968 y contiene 42 poemas que son alfilerazos al corazòn de un lector que va dispuesto a entrar en un libro que contiene el ritmo de la vida, sus olores, sabores, encantos y desencantos, la experiencia de un buceador que sabe reparar el dolor con humor, que conoce sus limitaciones, sabe encontrar en la memoria un mejor presente. Se siente la pelusilla de los dias adolescentes. El fruto puede caer o no en la palma de la mano del joven, pero la palabra està madura. Un libro que todo iniciado en la adolescencia debiera leer con los ojos bien abiertos, porque es un libro para hacerse còmplice del autor y entrar en el paisaje dorado, oscuro, ìntimo, divertido de un muchacho que no llegaba a los 20 años o los rondaba al filo de la navaja juvenil, la màs filosa de todas. Màs que subjetividad en Relaciòn Personal, hay objetividad de los subjetivo, el ojo cruel, gozoso, amoroso, irònico, ridìculo, de la vida y de la relaciòn con la pareja, compañera, amiga, los objetos, el paisaje, las circunstancias, la memoria y todo lo que te rodea y desprende de si mismo.

Relaciòn Personal vuelve a editarse el 2006, como portada el rostro de Millàn, en blanco y negro y las dimensiones del texto son muy superiores a las del original. Incluye un total de 47 textos, pero a mì lo que màs me interesa de esta nueva ediciòn aumentada es el Apèndice, donde se incluyen tres poemas largos escritos por Gonzalo a los 19 años y que fueron editados, dos de elllos, en ediciones Orfeo, una revista que incluìa a los futuros grandes poetas chilenos o al menos los que figuraban por ese entonces. No es por la edad del autor, que me llaman la atenciòn, sino por su originalidad, calidad, estructura, manejo artesanal de la palabra, oficio, y belleza de su contenido, el significado que vemos detràs de las palabras.

No sè, como dice Alejandro Zambra, editor de la segunda Relaciòn Personal, que Millàn le debe màs a Flaubert o a Robbe -Grillet, que a Neruda. Lo que si pude comprobar en la mesa de disecciòn del poema, es que Gonzalo usaba el mètodo del biòlogo, un cuidadoso examen de la materia prima y una comparaciòn continua de un trozo o espècimen con otro. Es lo que recomienda Ezra Pound en el ABC de la lectura. Admiraba a Huidobro, lo supe por sus propias palabras: Cada dìa se me crece màs Huidobro, me dijo. Lo veìa con Apollinaire. No era lector de una sòla lectura. Estàn los poetas malditos a los que todos levantamos una y otra vez un altar en nuestra adolescencia y de manera merecida. Santones de una iniciaciòn necesaria. Millàn, como Parra, como todos los poetas chilenos que buscaban su propio camino, intentaban escapar de la influencia nerudiana. Màs que comprensible respirar con la propia sombra, aunque fuera coja, desvalida y anduviera a tientas, huèrfana.

La fuga de la hija ùnica, me parece extraordinario, un texto que se inicia con una advertencia de la hija a la madre, pero que es màs que ello, simplemente una certeza de lo que va a ocurrir irremediablemente, como un relato cuyo desenlace serà inevitable. La muchacha sabe todo de antemano y le pide protecciòn quizàs para que no ocurra lo que tal vez ve como felicidad: Tàpame con el plumòn azul de la infancia, un verso de resguardo, dèjame seguir siendo niña a tu lado. Pero ella ve claro a su pretendiente y lo describe con detalles inequìvocos, que yo dirìa, la certeza de la aventura y el amor. Trae un sol tatuado en el brazo//y una mancha de petròleo en la mejilla. Imàgenes claras que reflejan su decisiòn y el conocimiento de su amada còmplice a travès del relato del poema, el texto sabe todo: Èl viene a travès de los rieles/despertando durmientes con su voz de campana./Ya cruzò el puente/y sus pisadas/ se fueron como balsas por el rìo/El ya llegò al bosque y dos ramas de aromo/ van borrando sus pasos. Su paso no deja huellas, sus pisadas nadie las encontrarà, todo un enigma, y la hija le da nuevos datos a su madre: ÈL viene solo y ademàs le da una salida, porque aùn està a tiempo de retenerla a su lado. Di a los barcos que salgan al camino//y que con sus redes lo atrapen como un lobo/ y advierte, pero èl los torearà, madre con su pañuelo/ y les tirarà puñados de arena en sus ojos. Di, madre, a los carniceros que abandonen sus locales/ y salgan a detenerlo con sierras y cuchillos. Pero se ve que viene preparado, dispuesto a todo, èl bajarà su estrella que tiene cogida en un hilo/y con su honda de espino les pegarà en el pecho. Llama a mi padre y dile que abra el ropero//y que dispare,dorada, su escopeta de ajìes/Escucha, madre se acerca La rodilla tiene abierta un pantalòn de mezclilla/y en su camisa sucia hay agujas de pino/Dile a mi padre que tome el hacha/yvaya a cortar los rieles/Madre, sàcame los ojos con un gancho de ropa/ytàpame los oìdos con cera de abejas...Es decir, impìdele que me lleve, pero es tan improbable, que de todas maneras te aviso, comunico y pongo en autos. Pero sigue argumentando con videncia acerca del peligro, el riesgo que corre ante lo inevitable. En sus bolsillos trae una argolla de cortina y mi canciòn favorita sale de su pecho/Dile a los niños que vayan a meterle miedo/que dibujen rostros de fiera rojos carbones/Escucha, madre/se aproxima/Di a los pájaros de vidrio que le hagan zancadillas/Di a los cerdos negros que se coman sus dedos/Que èl se llevarà mis pechos como dos sombreros/y mi sexo ondearà en el suyo como un pañuelo. Lo inevitable siempre parece inevitable. Madre, que tengo miedo/padre, silba a tus toros./ Madre, bùscame un hermano/El vagabundo ya llega con sus manos de fuego/y siento sus caracoles verdeando mis piernas. ¿Còmo evitar, neutralizar la fuerza del deseo? Madre. Padre. El vagabundo/Que abandonen la taberna los ociosos y los ebrios/con sus bocas de barriles, emborràchenlo de vino.

Madre, el vagabundo...quebrò los màstiles con sus manos quemadas/partiò los cuchillos blancos de los carniceros/escupiò los ajìes de la escopeta dorada/los hilos del tren reparò con barro/les pegò en el traste a los niños que le asustaron/quebrò la zancadilla de pàjaros con su zapato roto/marcò el lomo de los cerdos con su mano de fuego/estrangulò el vino azulenco que pateò en su vientre/

Madre Padre/El vagabundo llega/ Ambos progenitores estàn avisados, ya no sòlo es la madre, la primera en proteger la honra y vida de la hija. Siente que ella no puede sola a lo largo del poema recurre a otros poderes y fuerzas.Ha sacado el plumòn como una hoja de mis brazos/Me ha marcado la frente con su mancha de petròleo//y ha puesto la argolla en el cuello de mis senos.¿Quièn puede detener la lìvido compartida?
Madre, padre, el vagabundo ha llegado/Vagabundo, vagabundo, nos alejamos por los rieles/Mis pechos penden de su espalda como dos sombreros/Vagabundo...Vagabundo.../Mi sexo flamea en su sexo como una bandera/Madre...Padre...Vagabundo.../Mi amor me lleva por los rieles.

El tercer texto de Apèndice de esta ùltima versiòn de Relaciòn Personal, se llama Desierto, un tema que siempre me ha motivado y puesto alas a mi memoria y pasiòn por ese espacio de nadie y de todos, tan personal, ìntimo, dueño de sì mismo y que nada exige. El desierto son sus propios recursos, fuerzas, la paciencia del dìa a dìa, su humildad hipnòtica frente a los elementos que le rodean y asedian, ante el viajero que no se cansa de visitarlo. Convivir con èl, es otra cosa. Tuve esa experiencia por unas dìas y noches, en la soledad de sus caminos salobres del norte chileno, con su camanchaca que huele a otro tiempo y se impregna en los pulmones. La humedad que la aridez pareciera confundir, el desierto la entrega en sus noches y amaneceres, y en el dìa el sol vertical quema, es dueño absoluto y es el mejor traductor del clima del desierto. Viene de siglos este tiempo silencio, pasivo, siempre en espera, alucinado por su propio tiempo.

El desierto es la armonìa con la nada y con todo, un acto tan personal de reunirse consigo mismo. Capaz de usar espejismos para brindar esperanza al màs extraviado de sus seguidores, pienso que no tiene lìmites en su compasiòn y creatividad. El desierto se autohabita y tambièn el hombre le acompaña sobre la superficie y se adentra en sus minas, en la riqueza de sus vèrtebras, y hace de la roca algo màs que silencio y olvido.

¿El desierto està para magnificar o apreciar la soledad? ¿Su objetivo es superar el tiempo? ¿Su belleza radica en su silencio o en lo que dejamos de escuchar? El desierto no se mira en el tiempo que dejò atràs, ni se prepara para el mañana, son otros los interesados en ver las cosas distintas, aunque el desierto que yo conozco, cambia de colores, temperaturas, pero se mantiene firme, permanece en lo que es.

¿Quièn ha dicho que el desierto se divierte? Es la pregunta rotunda del verso con que Gonzalo Millàn inicia sus 29 versos sobre este espacio extremo que ocupa un tercio de la tierra y esconde el misterio de la discreciòn por propia voluntad. Yo lo he visto, viejo, y con la barba seca y entierrada//sentado en el cràneo de una vaca/Y no se rìe con las piedras como dicen /Ni juega a la ronda/en las mañanas con los cerros (¿Recordando a la Mistral?) Ordena sus viejos tarros de conservas/donde guarda tierras de colores/y sale en las tardes, con un sombrero de polvo/a recoger papeles en la lìnea de los trenes/Los domingos, en un remolino de arena/baja a la plaza de piedras del poblado/y levanta las faldas de las muchachas/que salen de la iglesia/Pero se equivoca quien dice que se divierte/Dirè que en las noches, solitario/cuando escucha el remedo de los trenes/coge piedras pàlidas como làgrimas/y quiebra ventanillas con sollozos y alaridos. Este desierto de Millàn es un desierto que sufre su condiciòn de tal. Desde un principio nos enteramos que no està a gusto con la reparticiòn de la vida. Un personaje adusto, desamparado, y la soledad no le viene como modo de vida, ni es el aspirante a sòlo ver pasar sin consecuencias. El desierto no sòlo se mira interiormente, sino ve que màs allà de su lìmite se termina el desierto, aunque desconoce que toma otros caminos, cauces, maneras el espacio y el hombre que le habita para crear su propio desierto.
Pero no es nada, suena/ y se pierden/y queda silencioso el viejo del desierto/Ordena su museo de espectros/mira sus piedras/patea sus tarros oxidados/y va con el esqueleto de su perro/a sentarse a la orilla del camino/a mirar si viene un hombre, a lo lejos.

¿El desierto es humano? ¿Se humanizò? ¿Què espera el desierto y por què sigue creciendo si no està agusto con su aspecto? Este desierto del joven poeta se sabe pobre y de alguna manera va a la orilla de su propia vida con la esperanza que llegue la mano del hombre a cambiar las cosas. El desierto chileno, Pisagua, es un lugar de extrañamiento, destierro, deportaciòn, exilio, privaciòn de la libertad para polìticos y personas de izquierda. El desierto tuvo la oportunidad de compartir por distintas èpocas la humillaciòn del hombre por el hombre. Conocer la làgrima seca y el olvido, la pena del abuso de autoridad.

La Làgrima seca
Desierto/destierro/despierto/en el duro arenal/viento de la sal/mar de la ventana/paìs la làgrima rota/sin dientes pules la sonrisa/del muerto/el esqueleto la calavera/que el tren mirò al pasar/con su humo la locomotora/aturde el sol/las manos recogen sal/los ojos recogen sal/la arena recoge sal/la sal conserva la memoria/El mar, nadie/olvida losmuertos. (Rolando Gabrielli)

El desierto de Atacama (Pato Negro en quechua) es el que tengo en mi memoria y florece cada diez años, siendo el màs seco del planeta. Y sobre todo a su gente, cuyos rostros cincelados por el propio desierto no dejan impasible a nadie.

Rolando Gabrielli©2010


http://rolandogabrielli.blogspot.com/

miércoles, 28 de julio de 2010

Afro-Antofagasta [Por Rodrigo Ramos Bañados]

7/28/2010 01:19:00 p. m.

negrito.JPG


Afro-Antofagasta

Introducción:


En 20 años, a lo mejor en el Club de Deportes Antofagasta, jugará un antofagastino de color. Un negro. En el CDA pasaron varios: el fallecido Liminha, Eloy Ortiz o Carlos Mina. Todos recibieron los mismos garabatos cuando por alguna razón se perdieron un gol. El público es cruel, especialmente desde el anonimato de una tribuna.

Nuestra ciudad desde hace un tiempo ha cambiado, también de color. Son varios los negros o morenos que se ven principalmente en el sector centro. La mayoría colombianos de Cali o el valle del Cauca. Algunos tienen más suerte que otros. Se han integrado bien, a pesar del hielo que pone Antofagasta. Cargan con un estigma social pues un porcentaje de mujeres labora en la noche. No todas. Los hombres, en tanto, acusan que son considerados como narcotraficantes. Hoy, es difícil ser un negro en Antofagasta. Las quejas son muchas.

Falta más tolerancia y aceptación. En tiempos donde la frontera se deshace, el asunto es adaptar nuevas culturas o extender un discurso xenófobo. Antofagasta está en el limbo.

En este reportaje tratamos de entregar una mirada amplia sobre esta situación en Antofagasta, con la opinión de protagonistas y expertos. Sin embargo queda la duda en lo que sucederá con un grupo de niños, mezcla entre antofagastinos y afro americanos. Niños morenos a los que le costará adaptarse a nuestra sociedad que privilegia los rasgos europeos.

Texto:


Sus amigos le dicen Beausejour, por el futbolista. Parece de seis años, pero tiene cinco. De breve pelo ensortijado y una sonrisa de marfil que evidencia que está cambiando sus dientes. Le faltan dos. Nació en Calí, pero vive desde hace dos años, en Antofagasta. Sus dos hermanos, en cambio, son antofagastinos. Afro antofagastinos. Morenos. Negritos, le llaman en la calle. También chocolatines.

En total son alrededor de 20 chicos, afro antofagastinos, según Verónica Espinoza, de edad en promedio de dos años. Verónica representa a la comunidad colombiana en Antofagasta. Es una nueva generación, dice la mujer, y dado el trato que reciben las personas de color en la ciudad, esta situación de todos modos “genera incertidumbre. La gente nos grita en la calle. Desgraciadamente por falta de oportunidades muchas chicas trabajan en la noche –aclara-. Algunas tienen profesiones y son las que más sufren por los malos tratos. En el colegio también hay problemas con los chicos”.

En total, Verónica Espinoza estima que son alrededor de 250 colombianos de color en la ciudad. Vendrán más. Está claro, dice Verónica Espinoza.

El moreno James Caicedo, empresario –tiene un peluquería- y casado con chilena Damielle Amaya, aclara que sus compatriotas emigraron de Colombia por tres razones como: estar amenazados por la guerrilla, sacar adelante a la familia y lograr una mejor situación económica.

Historia

No debe desconocerse que Antofagasta es una ciudad armada por inmigrantes. Floreal Recabarren, historiador, retrocede. Primero, dice que el extranjero siempre se interesó en Antofagasta por el éxito que podía conseguir acá. Esto por la minería.

En cuanto a personas de raza negra en la ciudad, dice que siempre fueron pocos. No se notaban. Sin embargo recuerda que un administrador del ferrocarril, trajo a la ciudad dos negros para que le manejaran una calesa –o carruaje-. Ambos andaba de smoking por la calle. “No se recuerdan más negros en la ciudad. Chinos sí”.

Hoy, sin embargo, dice Recabarren la situación cambio, es asunto de mirar la calle. “Todos san bienvenidos –dice el historiador- mientras el extranjero no delinca en Antofagasta”.

Respecto a la xenofobia o la intolerancia hacia el extranjero –según denuncia ellos- en la ciudad, surge un antecedente histórico: “la chilenización” que vivió el norte de Chile concluída la Guerra del Pacífico. El esfuerzo fue del Estado en chilenizar a la gente por la gran cantidad de extranjeros que habitaba la zona. Esto generó un resquemor, especialmente, contra los peruanos y bolivianos.

Rechazo

Paola Montaño, desde una juguería ubicada en el pasaje López, centro de Antofagasta, dice –mientras sus pequeños hijos miran con cierta desconfianza la acción- que experimenta el rechazo en la locomoción colectiva. No todos se sientan al lado de ella. Y lo peor, le han dicho que se vuelva a su país junto a los de su color de piel.

A pesar de esto, dice que está cómoda en la ciudad, trabajando con su familia. A la vez le ha tocado conocer gente generosa y que acepta a las personas sin importar el color de piel.

James Caicedo, desde su peluquería de calle Uribe, afirma que le molesta el maltrato que reciben sus compatriotas, especialmente los varones. “Por cualquier motivo la policía los intimida, especialmente en el centro y de noche. Hay muchos que no vinieron a hacer eso, la mayoría vino a trabajar. El problema que nos achacan todo lo malo, cuando las cosas no son así”.

Respecto al temor que sienten los colombianos respecto a la policía chilena, el gobernador Pablo Toloza aclaró que “el que nada hace, nada teme. Efectivamente se está realizando un mayor control sobre el barrio rojo, prueba de ello son los operativos que se están llevando a cabo. Casi dos operativos a la semana, por parte de la PDI, Carabineros y la municipalidad. Si ellos no cometen delitos no tienen nada que temer, nosotros no tenemos ningún problema con que lleguen inmigrantes que aporten a Antofagasta, más aún cuando la ciudad se hizo de inmigrantes, no tenemos problema sobre ello y lo acogemos, pero igual como combatimos la delincuencia con los nacionales también la hacemos con los extranjeros”.


Prejuicios

Otra discriminación con las personas de color, dice Caicedo, es respecto a los arriendos. “Hay mucho prejuicio contra nosotros y redunda en lo mismo: las negras son prostitutas y los negros narcotraficantes. Las cosas no son así, insistió. Hay muchas mujeres, negras, que trabajan bien igualmente nosotros. Estamos en este país por mejor calidad de vida”, aclaró.

En efecto, Susan Yañez, directora del Centro de Atención Psicosocial a Inmigrantes Martín-Baró, que funciona en la Universidad Católica del Norte (UCN) -instancia que desde el año pasado se encuentra trabajando con inmigrantes y refugiados de diferentes nacionalidades para brindarles apoyo e información para facilitar su integración- que el contexto, Antofagasta, es bastante prejuicioso y que está muy alejado del concepto de acogida, más bien de recepción. “Hay una distancia social sobre todo cuando el origen de quienes llegan es fronterizo. No es lo mismo cuando arriba el europeo o estadounidense, que cuando llega el peruano o colombiano. A esto se suma el desconocimiento y estigmatización como la asociación: delincuencia y origen”.

Subrayó que en Chile existe un 1,8% de inmigrantes respecto a la población nacional, versus la cantidad de chilenos que viven fuera del país que cuadriplica la cantidad de inmigrantes que tenemos. “No estamos siendo concientes de esto. La inmigración no va a parar y pensar en fronteras rígidas es casi imposible”.
Dijo que como sociedad más bien “estamos desaprovechando la diversidad como riqueza cultural. El ser diverso y diferente y poder convivir no es incompatible, el problema no es ser diferente, sino ser tratado diferente por tu origen



Historia

“Somos la ciudad que menos debería temer respecto a este fenómeno pues surgimos de éste”, afirmó tajante el sociólogo y académico de la Universidad de Antofagasta, César Trabucco. “En el primer censo la cantidad de inmigrantes extranjeros era mayor a la de nacionales”.

“Hoy, sin embargo, por las características económicas de este proceso inmigratorio se ha tendido a estigmatizar a los inmigrantes, así se tiende a pensar que lo que todos sabemos de los colombianos. Este solo punto es complejo porque indica que no se ha logrado instalar el concepto de asimilación. En los procesos de inmigración sucede que la cultura que recibe genera mecanismos para asimilar, es decir: facilita el acceso a los colegios y prestaciones básicos. Ese proceso en Antofagasta todavía no se ha iniciado como se debería”.

En lo concreto, Susan Yáñez dijo que las mayores quejas de los inmigrantes pasan por arbitrariedad en las atenciones, insultos porque son de otro país u otro color de piel o que se les hace trabajar una cantidad de horas mayor al resto –esto por desconocimiento al sistema chileno-.


Racismo

La publicidad es buena medida para analizar los gustos de los chilenos. La multitienda Falabella, por ejemplo, siempre exhibe adultos y niños de rasgos europeos. El sociólogo y académico de la Universidad de Antofagasta, César Trabucco, explica que en Chile al rubio de ojos azules está asimilado al estrato socioeconómico alto. “A gringo se le ve como positivo, versus al latinoamericano que emigra. Eso es un prejuicio y mirada peyorativa, y tiene relación con los modelos con que crece la historia de Chile. Primero fuimos los franceses, después los ingleses y ahora los gringos. En Chile tener un apellido extranjero te ayuda mucho, lo mismo tener ciertas características raciales”.

“Ahora la gente ve con curiosidad la llegada de los negros, sin embargo antes estaba orgullosa de que llegaran rubios de ojos azules, pues estos tenían un patrón de desarrollo europeo. El problema ahora serán los Bousejour, pues cuando las nuevas generaciones eran rubicietas se le abrían las puertas en todos lados y por ende ser rubio era considerado una virtud, sin embargo los nuevos descendientes la tendrán más complicada.

Susan Yáñez destacó una experiencia positiva en el Liceo Mario Bahamonde, sobre el trato a inmigrantes de color. “Una de las cosas que más nos gustó, fue que ellos dijeron –después que uno le habla- que todos éramos iguales. Esto demuestra que los niños son capaces de convivir con la diversidad de mejor forma que los adultos. Los adultos, en tanto, tenemos la amenaza de la alarma y de pensar que nos están invadiendo”.
“Los niños más grandes, en tanto, generan asociaciones que pueden rayar en lo racista como si es negro o afro latino es más atleta y no sirviera para más o que los estudiantes de otro país son más sumisos y pueden recibir órdenes”.


Cultura

Trabucco dijo que como sociedad deberíamos enriquecernos culturalmente con el aporte de los inmigrantes. “Sucede en el caso de los peruanos en la gastronomía”.

Otra base del rechazo, apunta Trabucco, es que la inmigración sobre todo de países latinoamericanos ha significado una baja en los precios de ciertas actividades. “Una va a los supermercados y negocios de comida rápida, estos están copados por peruanos y ecuatorianos. En consecuencia, estamos en la etapa de resentir el proceso inmigratorio y en algún momento se producirá el fenómeno de la asimilación y es cuando se valore lo cultural y laboral. Esto es un proceso cultural que toma su tiempo”, afirmó.

A medida que este proceso avanza, habrá dos vías o somos xenófobos o los incorporamos, si lo último sucede se produce el fenómeno de la transculturación. “Sin embargo si continuamos en la línea de estigmatizar, seguiremos como xenófobos”.

Como solución, Trabucco plantea integrar a los hijos de inmigrantes al sistema educación y que los padres les enseñen a los hijos ser tolerantes. “No se trata de ser buena gente, sino que el contexto de la globalización actual la inmigración es de todos modos. Uno podría limitarlo a través de que alguien con malos antecedentes no pueda entrar al país, no obstante no se podrá detener el flujo migratorio. Por esto hay que operar positivamente y dedicarse a integrar”, concluyó.


Rodrigo Ramos Bañados


lunes, 26 de julio de 2010

Presentamos: Adiós Muchedumbres de José Angel Cuevas‏

7/26/2010 12:14:00 p. m.

invi_copy.jpg


Sean todas y todos invitados al lanzamiento de la reedición del libro

ADIOS MUCHEDUMBRES

del ex - poeta José Ángel Cuevas.

La presentación estará a cargo de los poetas Jaime Pinos y Galo Ghigliotto.

Les esperamos el día

Jueves 29 de Julio de 2010

A las 20.00 horas

En Bar Rapa Nui

José Manuel Infante 1397, esquina Los Jesuitas

Providencia


Invita:

Editorial Cuneta

“Cuando el pueblo lee, el rico tiembla”