miércoles, 2 de junio de 2010

En el Centenario de Mario Bahamonde: ATACAMA en Pampinos y Salitreros

6/02/2010 08:45:00 a. m.

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En el Centenario de Mario Bahamonde


ATACAMA

en Pampinos y Salitreros


Autor: Arturo Volantines.

El texto “Pampino y Salitreros, desarrollo del proletariado en el Norte” de Mario Bahamonde, se publicó, sólo con el nombre “Pampinos y Salitreros”, en el número 46 de la colección “Nosotros los chilenos”, el 26 de julio de 1973, por la editorial Quimantú; o sea, a días del Golpe de Estado. Tampoco aparece en esta primera y única edición, el anexo que tiene la edición mecanoescrita llamado la “nómina casi completa de las oficina de Tarapacá, el Toco, Antofagasta, El Boquete, Aguas Blancas y Taltal”.

Este texto es demostrativo de dos cualidades fundamentales de Mario Bahamonde: su talento escritural como creador y como investigador del ser nortino. También, viene a demostrar la importancia de los atacameños en el dominio del desierto.

No sólo fueron fundamentales los atacameños, Santiago Zavala, Chango López, Diego de Almeyda, José Antonio “Manco” Moreno, José Santos Ossa, Telésforo Mandiola, Salvador Reyes (padre), José María Sayago; sino, también, una saga de intelectuales que habían formado una fortaleza intelectual y laica, y que avanzó hacia el sur hasta el valle de Elqui y notablemente hacia el desierto. Mario Bahamonde, dice: “Copiapó fue cuna de la rebeldía nortina. Rebeldía de los mineros contra la oligarquía latifundista gobernante, y rebeldía del pirquinero, del cateador, del laborero y del apir en contra del propietario y sus capataces. Gran parte del primer periodismo que aparece en los puertos salitreros a fines del siglo pasado tiene este sello copiapino.// En 1869 Juan Nicolás Mujica fundó en Copiapó La Igualdad; diez años antes había sido el secretario personal de Don Pedro León Gallo en su Revolución Constituyente de 1859. Rómulo Mandiola, otro constituyente, fundó en 1870, El Rojo, también en Copiapó. Y casi conjuntamente con la campaña de la Guerra del Salitre avanzó este periodismo hacia las calicheras y sus puertos.// En 1879 Ramón Segundo Arancibia, hijo del poeta constituyente que peleó junto a Don Pedro León Gallo en Los Loros, fundó en Tocopilla El Zurriago. Y en 1880 Jerónimo Peralta Flores, otro copiapino, fundó El Salitrero, en Taltal”.

Pampinos y Salitreros es un notable texto para recorrer la mayor gesta de la conquista, dominio y desarrollo del Norte Grande. Mario Bahamonde expone en este texto importantes materias que denomina: “Los aventureros de la sed; Los soñadores de la sal; Los puertos del salitre; El negocio de los salitreros; Los negociados; Imagen morena del pampino; Los hombres de la lucha; Las fichas pampinas; La lucha obrera; Recuerdos inútiles”.

Es también la huella de la clase trabajadora en el norte; la gesta de los periódicos populares y obreros; el quehacer de las sociedades de socorros mutuos; la huella de sangre y luchas de los obreros pampinos; y es luminoso respecto a la gesta de Luis Emilio Recabarren.

Este libro, además, busca y logra apuntar hacia el ser del “nortino”; afirmar su existencia, a pesar que dice, que “para el resto del país este concepto diferencial no resulte muy claro”; y cuestiona, fundamentalmente, que los nortinos seamos hijos de los diaguitas, atacameños, quechua o aymara; se queja que la “tradición se perdió”, y que más bien serían españoles los que se quedaron. Señala entonces que la verdadera “nortinidad” deviene de la aventura que comenzó con la minería: “Y, por mejor decir, en la minería copiapina”. Y, luego va más allá cuando señala: “El nortino fue minero hasta 1879, cuando el desarrollo vertiginoso de la industria del salitre transformó la fisonomía regional y con ello cambió el modo de ser de sus hombres”. Son absolutamente discutibles estas apreciaciones de Mario Bahamonde, pero el texto es un referente para tocar el tema; hubo momentos de ese momento de la Dictadura que tocar el tema ya era un aporte; y aquí tenemos una visión inteligente, abierta, cargada de amor por el norte. Se trata de una obra escrita por un genuino nortino; una obra relevante para conocer el verdadero ser de la patria atacameña.

Particularmente, me resulta importantísima la obra y las largas conversaciones con Mario Bahamonde en Antofagasta a finales de los `70, para perspectivar la grandeza e importancia de Copiapó en la historia de América Latina. Si consideramos los escritos de Mario Bahamonde con información de primera mano, como por ejemplo su introducción en la “Antología de la Poesía Nortina”; en sus textos, “El Caudillo de Copiapó” y “Diccionario de voces del norte de Chile” y en otros artículos, no hay duda que él tiene una importancia capital para la historiografía de Copiapó. Mario Bahamonde tempranamente vio y develó esta importancia; claro que no es gratuita; está formada en la admiración por este terruño, y la valentía y sacrificio de los hombres de Atacama.

Indudablemente Copiapó le debe un homenaje; no sólo en el nombre de una calle, sino una institución que estudie su obra.

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lunes, 31 de mayo de 2010

Convocan a Concurso Literario Nacional Andrés Sabella en Ensayo

5/31/2010 07:37:00 p. m.


Convocan a escritores chilenos y extranjeros a participar en la nueva versión del Concurso Literario Nacional Andrés Sabella, Género Ensayo, dirigido a autores mayores de 18 años, quienes podrán presentar solamente un trabajo rigurosamente inédito. El tema será libre y el ensayo tendrá un mínimo de 50 páginas y un máximo de 80.
El certamen, organizado por la Universidad Católica del Norte, invita a los escritores a enviar sus obras en quintuplicado, en ejemplares separados, hojas tamaño carta, debidamente enumeradas, grapadas o encuadernadas. Los textos deberán estar digitados computacionalmente, a doble espacio, letra tipo Arial tamaño 12 e impresos por una sola cara, firmados con seudónimo. Se deberá adjuntar un CD con el trabajo que concursa.
Cada ejemplar deberá tener como portada o tapa, una hoja que indique el nombre de la obra y el seudónimo del autor. Este seudónimo no debe haber sido utilizado en anteriores concursos, cualquiera haya sido la convocatoria.


DATOS DEL AUTOR

Los ejemplares deberán ser enviados en un sobre oficio cerrado. En él se debe adjuntar otro sobre más pequeño, que contenga en su interior: nombre verdadero del autor, RUT, nombre de la obra y su seudónimo, domicilio claramente detallado, número de teléfono de red fija y celular, además de la dirección de correo electrónico, si lo tiene.
El sobre pequeño debe venir cerrado y en la cara exterior se anotará solamente el nombre de la obra y el seudónimo del autor. Éste se abrirá una vez que el jurado haya emitido el fallo correspondiente, debiéndose redactar un Acta Oficial con los resultados del mismo.
Los textos que se presenten con más o menos páginas de las exigidas o vayan firmadas con el nombre del autor, contraviniendo las cláusulas anteriores, quedarán automáticamente fuera del concurso. El envío de la obra que concursa podrá efectuarse mediante Correo Certificado o por cualquier otro medio de transporte, como también podrá entregarse personalmente en la dirección: Universidad Católica del Norte, Dirección de Comunicaciones, Extensión y Admisión; Concurso Literario Nacional Andrés Sabella, dirección Avenida Angamos 0610, Antofagasta. El certificado de Correos o guía respectiva deberá señalar claramente la fecha del envío o el último día de plazo de entrega.
El plazo de entrega de los trabajos que concursan vence impostergablemente el día martes 31 de agosto del 2010 a las 18:00 hrs.

JURADO Y PREMIOS

Integrarán el Jurado dos representantes de la Universidad Católica del Norte y tres representantes de la Academia Chilena de la Lengua.
Los premios de este Concurso Literario son los siguientes:
Primer lugar: $ 2.000.000 y un diploma
Segundo lugar: $ 1.000.000 y un diploma
Tercer lugar: $ 500.000 y un diploma
Si el Jurado lo estima conveniente, podrá otorgarse hasta tres menciones honrosas (diplomas).
Los trabajos recibidos no serán devueltos a sus autores. La sola presentación al concurso supone la plena aceptación por el concursante de las presentes bases.
El Sello Ediciones Universitarias de la Universidad Católica del Norte, publicará una selección de los tres primeros lugares y de las menciones honrosas premiadas. Esta edición estará exenta de pago de derecho de autor. Más antecedentes se encuentran en el sitio web de la UCN, http://www.ucn.cl/



domingo, 30 de mayo de 2010

Nacen para morir [Escribe Carlos Amador Marchant]

5/30/2010 10:41:00 a. m.


Obra pictórica de Luisa Ayala Pinochet


Nacen para morir
Escribe Carlos Amador Marchant



Mueren los seres a cada momento. Comienzan a morir los que pensaban en la muerte. La vida está instalada a partir de ella. Es posible que los soles algún día se inunden de mares. Es posible.
Estoy pensando y (es posible) que cuando pienso, no pienso en nada.
Esta dualidad se agiganta a veces en mi garganta. Alguien me dijo desde el norte de Chile, que era mejor dejarnos abrazar, amigarnos, porque se nos avecina la muerte. No entiendo qué conflictos hubo. Pero me late que esas palabras surgieron a merced del temor a los últimos años.
Claro, así es la vida, cantamos, bailamos, a veces nos interesa un carajo el sufrimiento del vecino. Otras, nos abrazamos al surgir temores, especialmente cuando se avecina el famoso “patio de los callados”.
Al traer al presente este patio, llegan a la mente poetas que se han entregado a la nueva vida del silencio. Han sido varios. El año pasado en Valparaíso se suicidó una poeta, meses después muere otro que había dejado su legado a los niños. Todos, de alguna manera, insertaron su arte en regiones.
Al repasar las fotos de quienes ya no están, sus voces en algunos videos, creemos, precisamente, en el sueño de la vida (Calderón de la Barca).
Gracias al avance de las comunicaciones, el Internet, la población, los amantes de la palabra, se enteran aun más de los fallecimientos de quienes se consagraron con su verbo en provincias. Antes no era posible, sólo se podía recurrir a los medios de comunicación que no alcanzaban el tiraje nacional, es decir, quedaban en el olvido absoluto.
Pero mueren los seres a cada momento. Esto es cierto, nacemos para morir, o morimos para vivir.
Hay quienes, curiosamente, he logrado conocer casi al final de sus vidas. Es el caso del poeta Eduardo Díaz Espinoza, el “Pelao”, como le decían sus cercanos y sobretodo en la lejana Antofagasta. Amigo de Sabella, de Bahamonde, de Rivera Letelier y de casi todos los que desde ese puerto se movilizan con sus letras.
Por razones de haberme metido al tema gremial desde 2003 hasta el 2007, como presidente de la SECH Valparaíso, tuve que asistir a varios encuentros de filiales en la casona histórica de Almirante Simpson 7 de Santiago.
Es probable que a Eduardo lo haya contactado en la década del 80, pero en ese tiempo andábamos todos en otras cosas, y a veces los nombres van quedando traspapelados. Promotor de generaciones, incansable conversador, “el pelao” se las ingenió para dejar su nombre en el norte. Si bien su obra no fue extensa, era poseedor de conocimientos extraordinarios, herencia, por cierto, de Sabella.
En la vieja casona de los escritores en Santiago, cuando nos encontrábamos con Díaz Espinoza, su voz retumbaba en todas las paredes. Tenía ese sonsonete típico de los antofagastinos, una combinación de aire y tierra.
Por ese tiempo el pelao ya había pasado los 66 años y en su físico se veía venir alguna enfermedad que lo maltrataría hasta el año 2009 (enero) momento en que falleció.
Casi por el 2006 lo recuerdo con una diabetes que lo carcomía. Debía pincharse los dedos de las manos cada ciertas horas para saber su estado de azúcar en la sangre. Esa situación, a veces, me parecía humorística, porque su olvido lo hacía trasladarse al hotel donde hospedábamos en calidad de emergencia.
Entendí, tras varios años asistiendo a encuentros literarios donde estábamos todos los presidentes de filiales que, con “el pelao”, había que ser amigo, nunca contradecirlo, porque poseía un diálogo casi flamígero.
Eduardo Díaz hablaba fuerte y se agarraba la mesa cuando estaba en desacuerdo con alguna postura gremial. También, por cierto, tenía cierto dejo de humildad. Aprendí a conocerlo bien en sus estados de diálogos. Cuando agarraba la metralleta no había quién saliera vivo de la sala.
Me invitó un día a Antofagasta. Esa ciudad siempre me había dejado el recuerdo de un premio nacional de poesía del año 1979, juntos a Alicia Enríquez y Juan Mihovilovic. Acepté el reto y viajé en bus por el desierto. Era el 2004. Allí se realizaba una mini feria del libro en la Casa de la Cultura, donde ya se exponían algunas cosas del fallecido Andrés Sabella: su catre, sus libros, casi todas cosas humildes.
Caminé por las calles de la ciudad junto a Eduardo. Conocí a su familia. Almorcé en su casa. Fueron tres días donde pude recorrer mi pasado. Eduardo Díaz fue gentil conmigo, al margen de su personalidad avasalladora de sus finales.
Después de compartir varios otros encuentros en el hotel España de Santiago, un día cualquiera, Eduardo se encuentra conmigo de nuevo en la capital de Chile y no me da la cara, me gritonea, me descalifica. Nunca supe el motivo. Traté de averiguar. Nada obtuve.
Tres meses antes de morir (octubre de 2008) me llega un mail de él seguramente desde su cama de moribundo: “ Carlos Amador, lamento mi mal proceder para contigo. Tal vez estas líneas nos sirvan de despedida, un abrazo fraterno, el tiempo de mi vida se acorta aceleradamente y lamentablemente ya no lo puedo detener (Eduardo Díaz, 30 de octubre de 2008). Acepté este “perdón” que me trajo un nuevo aire mientras él moría. Me dio a entender que él junto a su familia eran seres valiosos.
Las muertes están en cada espacio. Por eso cuando recorro Santiago voy mirando sus calles y sus hoteles, en cada uno de esos rincones respiran los hombres que ya no están.
Estoy hablando de dirigentes SECH a lo largo del país, en consecuencia, no de sus obras ni de sus talentos.
Dinko Pavlov también murió hace unos días. Como presidente SECH Magallanes lo conocí en un encuentro primero del 2005. En un hotel a pasos de la Casa Gremialista, compartió mi pieza que tenía tres camas. Recuerdo haber entrado a la habitación a eso de las cinco de la tarde. Dejé mis cosas, mis maletas, pero sobre el tercer lecho vi una cantidad de libros. Transcurrieron las horas y, estricto en temas de privacidad, casi al mediar las 12 de la noche me celebré estar solo en esa amplia sala. Precisamente a las 12 y cuarto alguien golpeteó la puerta. Me levanté y abrí. Me encontré con un hombre de casi dos metros, de mirada fantasmal. Me dijo: “Soy Dinko Pavlov y debo dormir aquí..¿quién eres tú?. Le di mis señas y entró. Conversamos quince minutos y una vez que me conoció criticó estar acostado “demasiado temprano”. Lo mismo desembocó en ponerme ropas y seguirlo al bar del hotel. Cinco horas conversamos en medio de vinos y cigarros.
Con Pavlov alternamos en otros varios encuentros de escritores. Siempre en las reuniones se sentaba junto “al pelao” Díaz y ambos hacían de las reuniones un sin fin de controversias.
Estas mismas fueron “empapelando” los mail en la actual tecnología comunicacional.
Recuerdo en uno de los encuentros gremiales haber trasladado las cenizas del poeta Rolando Cárdenas.
La ánfora estuvo en una de las mesas de los salones de la SECH al finalizar el año 2005. La idea era llevar estas cenizas al sur de Chile, lugar donde nació el poeta. La idea, por otra parte, de Pavlov, fue salir con la ánfora hasta la “Unión Chica” lugar de encuentros de artistas y escritores. Hacia allá fuimos todos. Ese momento me pareció terrible. Creí llevar a un difunto por las calles de Santiago, a aquel que habló, recitó, bailó, gritó, y que ahora estaba transformado en cenizas.
En “La Unión Chica” los poetas, en medio de la cara de extrañeza de la gente, recitaron, reían, conversaron. La ánfora estaba sobre la mesa. En esa misma mesa junto a ella, se pusieron vasos de vinos, botellas, comidas y el cadáver del poeta en cenizas estaba junto a los comensales. Todo era natural. Para mí esos momentos fueron de reflexión sobre la vida.
Finalmente, saliendo del lugar de tertulia, alguien sacó fotos del momento. Todos quisieron ponerse para salir elevando la ánfora de Cárdenas.
Pavlov y el “Pelao” Díaz también fueron cremados. Las cenizas de Pavlov, el mismo de la idea de llevar la ánfora a” La Unión Chica”, fueron lanzadas al océano del Estrecho de Magallanes, otra parte a La Serena. No tengo noticias de las del “Pelao” Diaz”.
Estamos hablando de la vida. De los que se fueron. De los que hicieron cosas en provincia, de los que hablaron de ser y no ser, de los que llevaron las cenizas de alguien y que al final también se transformaron en ellas.


miércoles, 26 de mayo de 2010

Primicia: Poemas de la próxima publicación de Maurizio Medo a través de FUGA

5/26/2010 01:12:00 p. m.

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INFLUENZA

Una plaquette que anuncia nuevos giros en la obra del poeta peruano Maurizio Medo


Como un adelanto de la publicación de su segundo libro en la ciudad de Santiago de Chile Transtierros –recordemos que el primero fue Manicomio, considerado como uno de los títulos más emblemáticos de la nueva poesía en lengua castellana-, la Editorial FUGA pondrá en circulación un work in progres de este nuevo título con el título de Influenza. Aquí los poemas, escritos en tiempo real, recogen (de manera testimonial, paródica y crítica) el espíritu de época, una de la que el autor se da la maña para escapar e interrogar al lenguaje, y con ello a la propia identidad, una que, en la obra de Medo, logra, una vez más, reinventarse.

Como una primicia ofrecemos aquí algunos de sus textos.



INFLUENZA

1.


Basta de trepar a los aviones que emprenden vuelo en la deshora

Basta de caer desde tu beso sobre los tremos de su honda turbulencia

Basta de deshablar en trances celulares alelado ante mi ruido

Basta enjundia de súbitas querellas por quítame estas pajas

Basta de volver a marcar poseso digital tu código de acceso

Basta de flyers posts emails…

Basta de fingirse natural meditando la vida conyugal en una jaula

Basta de ver por ahí al poema y susurrarle albur-azar por serendipia


Arribo del transtierro (libre ya de alquilarme
abyecto ganapán por unos óbolos)

Judas de mis cristos ábrome paso por el psicosocial temiendo sorprender
en mi lugar a un doppelganger

Temo que mi propia ausencia del poema
me constriña Pájaro a la jaula
Albur--azar –albur –azar

Temo que al verme el perro ladre no a mí sino a esa ausencia


Ábrome paso Cincuentonas con máscaras antigases Otras cholas
esputan sus pañuelos Por el altavoces canta el locutor

384, 485, 586,687…

Y rueda la bolilla de la súper
A(H1N1)

Nuestro guión: toser y toser a pura cepa Sin vacuna infestando
cerdos pollos reses (los diarios nos dirán cómo a los peces)
ilusionados con algún report de la CNN

Arribo del transtierro Desde otra órbita Fuera de mí
Con el pavor por tener que descifrar

las claves de mi propia partitura
En ella a mi amor exponencial y cárdeno
La tierna parva de achiperres acechando el manzano
& la bravura de mi perro apiojada

Por ello señor- dije al chofer

- Sí Probablemente esta gripe sea
una puta manipulación química
con qué distraer la veleidad musulmana

Pero en mí la única aflicción que quepa ahora es dar la talla

Y cuando llegué el viejo Medo bramó:

-¡Aquí mi Judas¡

Mientras reías
(y reías)

Pavana


2.

De nariz va para encender la obscura luz de su secreto lupercal

Va zafio el cabrón Estornudan 796 víctimas de A(H1N1)

-¿Tío qué cosa es mu-sul-mán?

¡1000¡. Otra vez oye la voz del chofer
puta manipulación
vibrando en la escarcha que hiela rúbea en su piel
Pero ni el frío ni su vapor neumonal
En la radio A(H1N1) como un hit musical

Volver implica siempre recomenzar
Ahora más bien como ingente hacedor
donde apenas ácaros y dendritas de polvo
Fuera de toda descripción Objetivista y neutral

Va sólo como un modo de comprender la realidad
cuando ya son 1001 víctimas
y la A(H1N1) vibra
Alf layla wa-layla La dulce voz de Sheherazade
(como una puta manipulación
con qué cebar al cameramen)

No me corro yo
(Medo es otra puta manipulación)
Hablemos de cómo escarcha el ande
(lejos de la voz del locutor
sin rating)


3.


Pero de que he vuelto no quepan dudas
ve el beso rabiar sobre los labios de mi amor

El resto es una puta manipulación

La voz del fercho me hace escribir aún contra mí

Y vuelto ¿eh? es decir al principio - wu-wei
hasta calzar el poema Exangüe glosolálico
y por serendipia pura

Aún dudo si escribir contra mí constituya una praxis política
o una estrategia musical
Pero funciona En cuanto nombra la realidad
con nuevos sustantivos

He vuelto de ver face to face lo que de ayer temía:
otra puta manipulación La rutina: sus días repitiéndose pesados como los pasos en un waltz

De comprender que ayer

La idealización banal de lo que ya…
(lo cual convierte vida en un sema bisilábico efímero y brutal)

¿Qué pensaría el fercho por puta manipulación eh?
Tampoco lo sé

Fue proverbial

Hay algo sabio en la oralidad algo que es cierto se tizna
con las nuevas posibilidades de escritura y subjetividad
(chats, MUDs posts flames spams)
Todas con ese matiz tan verne que habría Y sólo
por un momento considerar a toda voz
como la nota de un pentagrama panfónico
Y ya no escribir
Sólo callar
Escuchando toda la bulla atroz como a un poema

Sobre esto nada dice el locutor

-¡Gripe pituca¡- exclamó al ver la bolilla de la A(H1N1) rodando
por la casilla 2008 Casi a tiro de año
Siempre tan cool tan tamiflu tan made in isla caribeña.
Implicaba a un status

Nunca he visto
- escribió Aurora Bravo- en Nueva York, Suiza o Ámsterdam
que la gente se muera por el friaje,
aunque los inviernos registren temperaturas más bajas

Hay una semejanza liminal entre helar el pulmón
a -18 grados centígrados
Y escribir poesía

Aunque esta sea cascajo para el orden social

Una utopía



ATAVISMO


¿
ves borroso en los bordes?
y si destrozas la obra cromática aquélla de tus padres ¿reconocerías los colores?

¿el dolor elegido en las piezas en los pedazos por decir? azul cielo
blanco piedra transparente

¿arrancarás la imprecisión la verdad que une ésta y aquélla intercesor
mediador de la defensa de los hombres?

Alejandro Tarrab

Pero el escriba aquél sufre de autismo.
Ante las puertas ¿un poema las tiene?
susurra de paporreta pasimí pasemá.

Uno penetra al lugar según lo conceptúa

Mi Judas abomina la quimera urbana
del poema como casa (blanca y con jardines)
Con una métrica antípoda de infancia

Anhela más bien volver a él como a un estroma
Y si no estroma como lengua a beso
O adjetivo a cosa
Una libre de arbitrios y tasas de interés

Porque la crisis, mi amor porque la crisis
(sin partituras y a ritmo de balada)
política comunicacional jurídica social…
(Cantan los trotskos)

- ¿Cómo se escribe caviar viejo esturión del Volga?-preguntó Judas

Eso es un prejuicio burgués De derecha –replicó el coro
de poetas indigentes en Manhattan

Y cuando ya no sabía qué era ser andino o tropical
el Judas dijo: no me jodas Medo
Occidente es otra mar

Porque la crisis mi amor porque la crisis.

Loncos y aimaras me miraron como a prosciutto di Carpena.
El paramédico cual presunto portador de la porcina y
la dulce Rita preguntó: ¿Hello, bonjour
السلام عليكم?
qillaysapa ¿Entender ud. el español?

Yo sólo quería volver

Pero entre el poema y esto –costa yunga duro altiplano
había más que un simple soroche

- Qillaysapa ¿Entender ud?

Rita rió rata pícara de mi acento
Occidental según los esturiones

Repetí Volver como a un estroma Pues salvo en tu cuerpo
no tengo patria ni noción

Occidente es apenas una excusa para
malmirarnos Sombra de Caín

Volver al poema…

Sin que el ADN genere todas estas cosas



INSTANCIA


Somewhere someone is traveling furiously toward you,
At incredible speed, traveling day and night,
Through blizzards and desert heat,
Across torrents, through narrow passes.
But will he know where to find you,
Recognize you when he sees you,
Give you the thing he has for you?

John Ashbery

Y mientras más en el borde Y más…
La crisis ya es algo entrañable Y tanto
que en la vuelta sus límites franquean
los del poema Es la salida
La otra a la trastienda Cieno
Ahí quedan
los reports de la CNN
Ácaros dendritas
Las ahora 3000 víctimas
El fercho
Un cuarto de hora en el reality
Mi capisci Rita mi capisci?

Vuelvo solo e instintivo (Tú siempre estás en el poema
Sus aguas preciosas te reflejan susurrando
¿lo ves mi amor?)


Ya cerca arribo trapo
pero no a morar ahí

El poema es una instancia

Lo vivo está en el viaje