José Donoso – “Irracionalista prodigioso”
Magda Lago Russo.
Nació
en Santiago, el 25 de septiembre de 1925. Al contrario de la
experiencia de muchos literatos, su vocación recibió tempranamente el
estímulo paterno, al que luego se sumó el de su profesora de literatura
inglesa, Mrs. Ethel M. Balfour. Realiza sus primeros estudios
sistemáticos en "The Grange School", donde adquirió un dominio del
idioma inglés que le permitió conocer de primera fuente a muchos de sus
autores preferidos.
En 1947 inicia
sus estudios de inglés en el Pedagógico de la Universidad de Chile. Dos
años más tarde viaja, becado, a Estados Unidos para realizar estudios de
literatura inglesa, en la Universidad de Princeton, allí escribió y
publicó sus primeros cuentos en inglés. Posteriormente viaja por algunos
países centroamericanos y México. De regreso al país, ejerce una
cátedra en el Instituto Pedagógico de la Universidad Católica, pero
pronto emprende un nuevo viaje, esta vez a Europa, en donde reside
algunos años en España. En 1954 aparece su primer cuento escrito en castellano, "China".
En 1955 se publica "Coronación".
A partir de esta fecha se publican diferentes obras suyas. Desempeña
por algunos años la función de redactor y crítico literario en la
revista "Ercilla". Ha traducido del inglés varias obras de destacados
escritores norteamericanos. Una narrativa en ascenso contempla las
siguientes obras: -"Este domingo". -"Lugar sin limite". -"El obsceno
pájaro de la noche". -"Tres novelitas burguesas". -"Casa de campo". -"La
misteriosa muerte de la marquesita de Loria". -"El jardín de al lado".
Varias de éstas han sido traducidas a diversos idiomas.
En 1990 se le otorga el Premio Nacional de Literatura;
premio que se suma a las numerosas distinciones de que fue objeto,
como: el Premio de la Crítica en España, el Premio Mondello en Italia y
el Premio Roger Caillois en Francia. En 1995 fue condecorado con la Gan
Cruz del Mérito Civil, otorgada por el Consejo de Ministros de España.
Tras su regreso a Chile en 1981, dirigió por varios años un taller
literario que jugó un rol fundamental en la gestación de la "nueva
narrativa chilena". José Donoso murió en Santiago de Chile, en diciembre
de 1996.
"China" (Frag.)
“Por
un lado el muro gris de la Universidad. Enfrente, la agitación
maloliente de las cocinerías alterna con la tranquilidad de las tiendas
de libros de segunda mano y con el bullicio de los establecimientos
donde hombres sudorosos horman y planchan, entre estallidos de vapor.
Más allá, hacia el fin de la primera cuadra, las casas retroceden y la
acera se ensancha. Al caer la noche, es la parte más agitada de la
calle. Todo un mundo se arremolina en torno a los puestos de fruta. Las
naranjas de tez áspera y las verdes manzanas, pulidas y duras como el
esmalte, cambian de color bajo los letreros de neón, rojos y azules.
Abismos de oscuridad o de luz caen entre los rostros que se aglomeran
alrededor del charlatán vociferante, engalanado con una serpiente viva.”
“Coronación” (Comentario)
¿Qué
encierra Coronación? La historia de una vieja, muy vieja señora, medio
moribunda, la de su nieto, un abúlico, mezclada a la de varias
sirvientes, viejas como ella, aunque no tanto, o jóvenes. Nada más.
Como
si quisiera, justamente desafiar el concepto de "novelesco" unido al de
acciones extraordinarias y personajes poco verosímiles, José Donoso
plantea su relato de la manera siguiente:
"Rosario
mantuvo la puerta de par en par, mientras el muchacho apoyaba la
bicicleta en los peldaños que subían desde el jardín hasta la cocina, y
lo dejó entrar con el canasto repleto de tarros, paquetes de tallarines,
verduras y botellas".
Parece
verdaderamente difícil que el drama penetre en una mansión junto con
esos modestísimos objetos de necesidad culinaria, por la puerta de
servicio, un día entre los días, sin la menor solemnidad.
José
Donoso ha recibido y posee ese don, escaso entre los escasos, pues, sin
proponérselo aparentemente, sin dar la cara ni descubrir intenciones,
sabe realzar de modo imperceptible los más ordinarios menesteres e
infundir su alma a las cosas materiales.
Su
novela comienza por la cocina y con la cocinera. La verdad es que
empieza así, porque así debía empezar. Y no hay más razones. La mujer,
la señora de sociedad, la madre de un hogar opulento, fecundo, o no,
constituye entre nosotros algo como un fetiche y ha sido un acierto de
José Donoso el colocarla al centro de su obra, imagen representativa y
eje superior en torno al cual gira el resto
Frente a frente de la señora, un poco más abajo, figura Andrés, su nieto.
Si
la abuela encarna la decrepitud de una clase anquilosada, el nieto
significa su decadencia por el ocio, por la falta de necesidad de
trabajar, por la frivolidad dentro de la cultura y aun del refinamiento,
que todo eso se junta en Andrés, pero sin nervio, sin ilusiones, sin
vocación ni fe. Le teme a la muerte, porque ama desesperadamente la
vida. Puro esqueleto, puro cementerio y muertos o ánimas en pena serían
los personajes de Coronación si no existieran dos sirvientes antiguas,
la sobrina de una de ellas, una muchacha, el amante de ésta, un
muchacho, y el hermano y la mujer del hermano del muchacho.
Ahí
está la vida: es el pueblo. También están la tragedia y la muerte. En
el fondo de la obra hay una actitud ante los misterios del mundo, el
alma, el más allá, la creación, el inexplicable cosmos de dónde venimos y
adónde nos encaminamos. Añádase el hallazgo constante, habitual, de
expresiones creadas, pintorescas, fáciles y raras, sin rastro de
búsqueda, que saltan espontáneamente en el relato. Por ejemplo, el gesto
de la criada: "sonriendo hasta que sus ojillos quedaron convertidos en
dos puntitos de satisfacción detrás de los lentes, que resbalaban por su
exigua nariz".
¿Obra de muerte, montón de ceniza, apología o réquiem de un cadáver? Tal vez.
Donoso
prueba con poderoso argumento- que somos irracionales, que la locura
nos lleva, que no entendemos de palabras y en vez de tomar la resolución
de morir nos parece que vale la pena haber nacido y existir.
Las obras de Donoso comprenden en cuanto a su publicación varias etapas, así como su narrativa: una primera etapa, "chilena" de 1955, año de la publicación de Veraneo, a 1964, cuando sale de Chile y se instala, primero, en México y luego, en Europa—. Una segunda etapa, cosmopolita, europea —que incluye tanto las Tres novelitas burguesas, como Casa de campo y La misteriosa desaparición de la marquesita de Lori. Y una tercera etapa "chilena”, tras su vuelta al país en 1980 y cuyos textos centrales son las novelas La desesperanza, Donde van a morir los elefantes y las memorias Conjeturas sobre la memoria de mi tribu.
Entre estas etapas hay obras importantísimas, que juegan un papel de
bisagra, de preparación y de consagración. Entre la primera y la segunda
están El lugar sin límites y El obsceno pájaro de la noche. Entre la segunda y la tercera, El jardín de al lado Coronación en la primera etapa; El obsceno pájaro de la noche en la primera ínter-etapa; Casa de campo en la segunda etapa; El jardín de al lado en la segunda ínter-etapa, y La desesperanza y Donde van a morir los elefantes en la tercera etapa.
“El obsceno pájaro de la noche”. (frag.)
“MISIA
RAQUEL RUIZ lloró muchísimo cuando la Madre Benita la llamó por
teléfono para contarle que la Brígida había amanecido muerta. Después se
consoló un poco y pidió más detalles:
-La Amalia, esa mujercita tuerta que medio la servía, no se si se acuerda de ella...
-Cómo no, la Amalia...
-Bueno,
como le digo, la Amalia le hizo su tacita de té bien cargado, como a
ella le gustaba de noche, y dice la Amalia que la Brígida se quedó
dormida al tiro, tranquilita como siempre. Parece que antes de acostarse
había estado zurciendo una camisa de dormir preciosa de raso color
crema...”
José Donoso fue uno de
los narradores de más fuerte personalidad dentro de las últimas
generaciones chilenas. Pocos como él han interiorizado en la psicología
decadente de ciertos estratos sociales. La compleja trama de pasiones
corrosivas de la persona y de los grupos está diestramente expuesta por
José Donoso y sobre todo en "El obsceno pájaro de la noche" bucea
en profundidades antropológicas con audacia y precisión y con este
material elabora una obra de indudable fuerza y proyecciones
universales. Ello justifica que se lo considere dentro del "boom"
hispanoamericano como uno de sus valores representativos.
Bibliografía
Proyecto Patrimonio: Enrique Lafourcade
Alone – El Mercurio: 9/1/58.
Etapas de su obra: Mauricio Wacquez.
Magda Lago Russo
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