sábado, 16 de enero de 2010

Gramma de Daniel Rojas Pachas o la errancia grotesca del verbo por Violeta Fernández Riquelme

1/16/2010 01:28:00 p. m.

Gramma de Daniel Rojas Pachas o la errancia grotesca del verbo.

Por Violeta Fernández Riquelme.

Rojas Pachas en su último poemario Gramma (Cinosargo 09) transita con desparpajo y sin pudor por lo más visceral y abstracto de la expresión. Como el mismo autor / hablante señala en “decurso” (a la manera de un prólogo) única muestra de un yo transparentable en la obra, el objeto de plantearse ante el lenguaje como poesía (como metaforización de lo existente) es lograr la (des) construcción y (re) lectura de rincones de olvido y asfixiantes recámaras esquizoides plagadas de (((ecos))) o transmisiones de un futuro a arcadas apocalíptico y ruinoso.

–ruidos guturales (((ecos))) inter-ferencia; una transmisión del futuro – un cíclico intertexto -(((ecos))) citas, ficciones verdaderas entrepiernas sudorosas, botellas, carne (((ecos))) desde infinito dolor, olor, fragmento invisible (del poema Texto)

(…)

ver todo desde esta pantalla, juntos… en este lugar transparente de ranuras… lubricadas… sí… siguen siendo la madre infesta de… y mis labios y los tuyos, tú… qué tal… cómo lo sientes, un ménage à trois ummmmmmmm Tal Vez un rápido cambio de versos, ensali-bando el juego. (quizá otro día) (del poema Comunicado)

Evidentes y sensibles son las imágenes y voces que se superponen y nutren de la imposibilidad antirepresentativa de la comunicación por ello la palabra fragmentada nace “interrumpida” y carente de verdad, aislada en la mudez, apelando bien a la intelectualidad y solipsismo de la lengua como única pulsión y realidad para el sujeto a constituirse como texto o texto a reificarse como hombre.

yo al escribir… pienso en el texto y siento el mundo como texto, la realidad como texto, los sujetos como textos y el texto como sujeto y realidad (Decurso)

Y es en este punto que aparece el soma como implosión. Concepto que en un texto anterior (Delusión) el escritor ya había detallado.

La existencia es una sola, una nada universal compuesta de múltiples nadas, entes vivientes entre los cuales se encuentra la realidad humana esa nada capaz de captarse a si misma y a su entorno, por tanto ella, además de ser una nada (necesidad vital, posibilidad infinita) carga con la necesidad de ser, una conciencia (necesidad de conocimiento, de verdad / capaz de captarse a si misma y definirse luego del impulso vital; absurdo y sin sentido). (Del prólogo de Delusión)

La carne asume como único medio de aterrizar el discurso, de percibir el universo. Así con errática violencia sexual y esperpéntica performance verbal, los principales términos que se suceden apuntan a una estética del mal y la degradación de toda corporeidad.

Sostenido abismo, carnosa exuberante, carnívora respirable… preciosa pasarela repleta de tripas y riñones …preciosos, precioso preciosísimo límite de carne frontera infranqueable …con razón, fuerte razón, filete carnoso…(Piececitos)

Esto lleva a pensar en una suma de variantes conjugados en Gramma todas de cualquier modo tienen en común el apuntar a la ficcionalidad de lo real y la realización de lo verbal en el cruce y juego de estilos, de propuestas y voces que desafían al tiempo y espacio que interpretará la obra inmediatamente y desde el cual se proyectara hacia posibles y futuros lectores.

No es azaroso que el libro empiece con un epígrafe de Enrique Lihn que señala: El estilo como la suma de todas las incertidumbres del hombre.

En torno a esa actitud resignadamente moderna y fracasada del aprovechamiento y manipulación que hacemos de la palabra, el arte y la creación y como estas, hacen uso de nosotros en una simbiosis en que parte y todo se confunden, autor y creación se mixturan, fluye la ambigüedad y la contradicción como una constante. Ciertamente lo metafísico y abstracto tiene su origen en la carne de acuerdo a lo que plantea el autor, pero esta a su vez no puede sustraerse del dominio de la nominación y los caminos a que ha sido llevada la materia desde la potestad de la razón y los significados.

…el texto, yo texto, el texto… es entonces, el único espacio, en que puedo concebir …una autentica verdad, flexible, ambigua, rizoma de sentidos, dialogante polisemia…. una verdad sin máscaras, una máscara que no es verdad …que no es la verdad que conocemos, que nos han enseñado, que nos imponen a diario y que dejamos nos… atraviese… (Decurso)

En tal caso, el libro somete a juicio los significantes y la manera que tenemos de aprovecharlos, si hacemos un parangón con la pintura, podemos señalar que aunque los colores son en esencia los mismos cada cual los percibe de un modo particular y más aun, como usuarios podemos optar por una pintura tradicional, naturalista, barroca o expresionista, este último caso es el de la poesía de Rojas Pachas, la búsqueda de la expresión libre y subjetiva y que en Decurso como una declaración de principios advierte, no pienso en épocas ni personas.

Sin ser arte por el arte, el compromiso es con el texto, con el sujeto como posible lectura y la lectura que en tal medida cada sujeto hará sin restricciones o condicionamientos. Es un modo directo de apertura a la polisemia e invitación a la estética del receptor. El placer personal que debiera promover un libro.

Desde luego es una apuesta ambiciosa y en frio, pues para lograr los efectos esperados se requiere de una cooperación activa y un deseo de exploración en la exégesis, en la interpretación que no muchos receptores están dispuestos a iniciar, por ello la elección de trabajar la poesía ya es un riesgo y en un país y continente donde el canon marca como el alpha y omega de la poesía a tres nombres a lo mucho, hacer cierto tipo de poesía, de textos en realidad es más avezado e incluso iluso. Gramma por tanto independiente de su calidad es un ejercicio tan sensato como un clavado contra las rocas.

Sin embargo, no puedo en esta reseña dejar de mencionar algunos otros elementos del texto y su aventurada intención, sin duda hay un enmascaramiento y contradicción en el juego textual, desde la elección de lo prosaico para versificar hasta el afán de posponer el yo y en lo posible mutarlo de página en página, ello se ve en la variedad de motivos que cada lectura del I al X de la obra desea sugerir.

Podemos ver cada poema de Gramma como una pintura distinta en una galería, incluso una de las imágenes en concreto puede desdecir a las otras, algunas se reafirman desde luego pero la mayoría desafían el intento de la que la precede o continua, quizá es más acertado entender esto desde la portada misma del libro, una ficha de biblioteca con una suma de nombres, vidas expuestas con una firma o rut, ampliando su significado aparece una fecha al lado, pero si nos detenemos a pensarlo son más que eso en verdad, son lecturas, son posibilidades de interpretación entonces desde el comienzo Gramma nos dice aquí subyacen miles de intereses, infinitas posibilidades de decodificación y cada texto en sí, también propone eso frente a sus hermanos. El índice del libro por ello podría entenderse como esas múltiples variaciones del sentido y el interés del autor por mimetizarse y mutar en cada arruga y plano de la palabra.

Entonces que da unidad al libro; la diferencia salta de inmediato a la vista, letras contra afirmantes con un carácter hiperbólico, escatológico, grotesco y sin duda esperpéntico. Parafraseando al autor: …un sentido posible, sobre todo posible y probable…

Pues como reitera en su textualidad sujeta, la incertidumbre ante todo agoniza y es el pulso escritural, el afán de no soltar la intención creativa la que sangra y suda y va pariendo monstruos y criaturas celestiales, fisuras y espejos paranoicos, horridos y pulverizantes, cercanos o ajenos según sea el caso a su propio padre, el autor oculto, cambiante, metamorfo, mal o bien intencionado, inocente o culposo del tránsito que cada uno de sus hijos/ poemas o mejor dicho textos/sujetos pueden tener de forma autosuficiente al igual que el destino del autor/texto que en principio dio origen a este calidoscopio de la creación y la palabra con la misma ingenuidad y soberbia de un demiurgo.

…vale la pena intentar, robar un poco de aquel placer, elevar algunos falsos testimonios, edificar algunas parábolas para completar el gran libro… no te parece… y pretendiendo, falseando la suma de incertidumbres, deleitar nuestros sesos en el ocio. (Muchos pasan por su lado) Muchos pasan y besan los pies de la esfinge, eso es lo correcto… se dejan bañar por sus jugos seminales y siguen firmando, afirmando la contramentira, la masacre, el trauma y en la esquina, sin ojos, la vuelta de mano construye la profunda negación, algunos tullidos hermanados se debaten bajo el cielo cubierto de matrices, bailan el fracaso, qué hermoso, qué bello, el milagro sincero de nuestra carnadura y trinidad, un masturbatorio vuelto cementerio… Qué hermosa tentación pintada de rojo con las llagas del tiempo. (del poema Comunicado)

Podrías decir entonces, que la voz que subyace es la de los demonios profundos de una conciencia ante la verdad que todos conocemos, defendemos y por la cual matamos y mentimos. Escritura en su fugacidad y acción y carne en su materialidad se oponen y sintetizan en esta poética de la nada y el todo. Relacionamos para concluir este principio de antagonismo y complementación con otro de sus poemarios, el mentado prólogo de Delusión,

Al desmitificar los íconos, símbolos y en última medida, los discursos culturales de mesura, moral, cortesía y autoridad, aceptando a la par del orden, el otro orden, la violencia innata, la ambigüedad de los géneros y dogmas, la escatología, el caos de las decisiones, la frustración, la ironía y cinismo, la imposibilidad de la comunicación, el dilema de la alteridad interna y externa y en el caso máximo de la realidad humana, que cómodamente abrazamos o dejamos de mala fe nos aplaste, podemos señalar las posibilidad libre y rizomática que acepta su nada, su sin sentido y absurdo. (Delusión)

y podemos visualizar el perfeccionamiento de la forma, esa exploración introyectiva que su voz declara buscar y que pretende llevar al límite de la incomunicación y al abismo de sus trabajos previos. Yendo atrás, lo explícito de su primera obra Música Histórica que declara su origen contestatario y adolescente que debe al beatnik y al realismo sucio, muta con un salto del contenido a la agitación y completa errancia del verbo, lo cual es una significativa evolución introspectiva hacia una poesía que ya no confía en lo golpes y enunciados performativos, el giro de 180 grados señala entonces un divorcio de textos iniciales como Rostros o La calle es… ambos de Música histórica, poemas tributarios de Ferlinghetti o Bukowski y que replegados no en intensidad pero si en mecanismos, dan paso a un anhelo indescifrable y críptico, grito amordazado que en su enigma resulta más desconcertante y en su disolución más poderoso que una amenaza o sentencia directa.